La Copa de los Monos
La conocida como Copa de los Monos es una de las obras de arte más llamativas de la Baja Edad Media. Durante la época del estilo Gótico Internacional, las piezas de orfebrería comenzaron a proliferar por toda Europa como el símbolo de un nuevo espíritu cortesano que paulatinamente se iba gestando entre las capas más poderosas de la sociedad. Estos nobles y reyes encontrarán en el arte el mejor recurso para mostrar su poder y riqueza de manera que desde este momento y ya entroncando con el Renacimiento cada vez será más popular las piezas suntuosas de tipo cortesano.
En esta ocasión nos encontramos ante una copa que debió pertenecer en su origen al monarca borgoñés Felipe el Bueno; parece ser que la copa databa de entre 1425 y 1450. Durante la década de los sesenta la copa pasaría desde Borgoña a Florencia, donde la pieza pasaría a manos de Piero de Médicis. En el siguiente siglo la pieza viajó hasta Inglaterra a la corte del Conde de Aurundel donde permaneció hasta el siglo XIX. Desde ese momento un incesante número de compra – ventas hicieron que la pieza acabase en el Metropolitan Museum de Nueva York donde reside en la actualidad.
Se trata de una copa cilíndrica que mide algo más de veinte centímetros de altura y cuya parte superior es más ancha que la inferior; la copa contaba en su origen con una tapa pero en la actualidad ésta se ha perdido y tampoco tenemos noticias de cómo debía ser. La preciosista copa se apoya en una base cuatrilobulada realizada en plata y decorada con motivos vegetales y geométricos. Desde la base arranca un fuste cónico que se divide en tres zonas diferentes a través de dos molduras, la primera de ellas es sencilla –un doble anillo- mientras que la segunda reproduce motivos de hojarascas. En la embocadura se observa nuevamente una anilla sencilla similar a la inferior.
El cuerpo de la pieza se encuentra esmaltado y profundamente decorado, se aprecia un claro matiz de horror vacui, con motivos vegetales, animales y humanos; de hecho, uno de los principales temas que podemos observar en la pieza y que le otorgan su nombre es la representación de diferentes monos. En realidad, la elección del tema no es en absoluto trivial sino que está fuertemente ligado a la mitología.
Según las fuentes clásicas la representación de la copa haría referencia a los hermanos Cércopes, unos muchachos traviesos y alborotadores que trataron de robar las armas al mismísimo Hércules. Cuando éste los encontró decidió castigarlos colgándolos de una viga pero pronto los liberó. Ellos siguieron con sus fechorías de manera que Zeus intervino en el asunto convirtiéndolos en monos y enviándolos a las islas Pitecusas. Éste parece ser el origen de las grisallas que decoran este ceremonial vaso aunque el tema ha sido reinterpretado con mayor libertad y Hércules se ha sustituido por un inocente viajero al que los monos, que están diseminados por todo el vaso, no sólo le han robado las armas sino también las ropas.