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Hotel Fullerton de Singapur

Publicado por A. Cerra

Hotel Fullerton de Singapur

La ciudad estado de Singapur, en el Sudeste Asiático, es a día de hoy un gran foco económico y del comercio marítimo mundial, gracias a su privilegiada ubicación geográfica en el estrecho de Malaca, por donde hay un tráfico de buques incesante. Así que esa condición la ha convertido en las últimas décadas en una megaurbe de lo más contemporánea con edificios de aspecto muy futurista. Sin embargo, todavía conserva algunos emblemas de su pasado con ciudad colonial. Y posiblemente de todo ese periodo el edificio más monumental sea el actual Hotel Fullerton.

Se trata de una edificación de 1928 con un aspecto neoclásico, como es habitual en otros ejemplos de arquitectura colonial. Hoy en día es un selecto hotel con 400 habitaciones y suites solo aptas para los más pudientes, pero originalmente tuvo otros usos. Por ejemplo fue Oficina General de Correos de Singapur, o fue Sala de Intercambio y la Biblioteca de Referencia de Cambios. Además de usarse como sede del exclusivo Singapore Club. E incluso durante la Segunda Guerra Mundial se usó como hospital para las tropas británicas, así como después fue el centro de mando de la administración militar japonesa en Singapur.

Esos avatares y muchos otros se relatan en un museo que se integra en el hotel. Un uso que se remonta tan solo al año 1997, cuando un edificio muy dañado fue restaurado a conciencia para adaptarse a un nuevo desempeño hostelero.

El edificio original fue encargado a la firma de arquitectos Keys & Dowdeswell, establecida en esta zona de Asia, a la cual las autoridades británicas de la época le encargaron varios de los grandes edificios de la ciudad. En concreto este se concibió como parte de las celebraciones con el centenario de la existencia de la colonia del Reino Unido.

Ese despacho de arquitectos se caracterizó por rendir culto a las formas clásicas, algo que podemos ver aquí o en su diseño del Hospital General de Singapur, e incluso en otras obras suyas ubicadas en ciudades como Kuala Lumpur.

El patrón de su trabajo se suele repetir. Generan grandes fachadas clásicas, las cuales son la presentación de grandilocuentes espacios internos, donde suelen dar rienda suelta al aspecto ornamental de la arquitectura, recurriendo a una singular fusión entre los elementos occidentales y orientales. El caso del vestíbulo del Edificio Fullerton es paradigmático.

Aquí se ve que en la fachada, enorme, de más de 36 metros de altura, se usan columnas de orden dórico y diversos pórticos en cada una de sus cinco fachadas. Y dentro vuelven a aparecer elementos clásicos, como una llamativa bóveda de cañón con un artesonado.

Obviamente su interior está muy transformado tras la rehabilitación como hotel de lujo, variando sus espacios y compartimentos. Pero su visión externa trató de ser lo más respetuosa posible con el aspecto primigenio del Edificio Fullerton, lo cual le confiere un valor de singularidad dentro de la modernísima Marina Bay de Singapur donde se ubica.