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Alkaff Bridge de Pacita Abad

Publicado por A. Cerra

Alkaff Bridge de Pacita Abad

Al hablar de un puente tendríamos que incluirlo en un apartado de arquitectura o incluso de ingeniería, tal y como hemos hecho con otros puentes que hemos ido mencionando aquí. Algunos tan antiguos como el puente romano de Córdoba y en España y otros tan contemporáneos como el Millenium Bridge de Londres, emblemática obra de Norman Foster.

Sin embargo, en el caso de Puente de Alkaff situado en la ciudad-estado de Singapur al considerarlo como una obra de arte hay que catalogarlo como una gran obra de pintura abstracta. Es cierto que su estructura de acero prolongada durante 55 metros de longitud para salvar el cauce del río Singapur es interesante. Al igual que es destacable su diseño que recuerda los tongkang, las embarcaciones tradicionales de esta zona del Sudeste Asiático.

No obstante, desde un punto de vista artístico lo que le convierte en algo diferente es que se trata de la última obra y la más monumental que realizó la pintora Pacita Abad (1946 – 2004), una mujer que hay que considerar como el artista contemporáneo más representativo salido del archipiélago de las Filipinas. De hecho, el puente peatonal ya estaba construido sobre el Robertson Quay desde 1997, pero fue al acabar Pacita Abad su decoración pictórica en 2004 cuando pasó a engrosar el patrimonio artístico singapureño.

Esta artista visual de reconocimiento internacional dedicó sus últimos meses de su vida a esta obra. De hecho su realización fue un gran reto físico para ella, ya que estaba enferma de cáncer. Aunque contó con la ayuda de un amplio equipo de colaboradores, entre los que se contaban escaladores acostumbrados a trabajar sujetos por cuerdas, ella no renunció a involucrarse en los detalles de la pintura, de hecho, hay partes realizadas a mano e in situ por ella misma.

Es como un compendio de todo su trabajo abstracto, siempre dominado por un colorido vibrante y por su peculiar concepto del collage, donde tenían cabida diversos materiales, entre ellos los textiles, el vidrio o la cerámica. Pero en este caso concibió una obra multicolor en las que atraen la atención las llamativas formas circulares. Era lo que ella consideraba un “regalo para Singapur”. Su objetivo era darle vida a este puente hasta entonces anodino. Algo que sin duda consiguió, hasta el punto de que a partir de entonces ha servido de inspiración para otros artistas. De hecho además de por su nombre oficial de Alkaff que recuerda a una poderosa familia histórica del Singapur de comienzos del siglo XX, también se le conoce popularmente como ArtBrigde, o puente del arte.