Puente Romano de Córdoba
El Puente Romano de la ciudad andaluza de Córdoba forma parte del conjunto histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Se trata de un largo puente de más de 330 metros de longitud sobre el cauce del río Guadalquivir. Sus orígenes son romanos, cuando en el siglo I las legiones imperiales ocuparon esta ciudad bajo el mandato del emperador Augusto, bajo cuyo dominio cayó gran parte de España, cuyo nombre latino es Hispania. Entonces se decidió construir este puente de piedra que sustituyera a otro precedente de madera. Y el puente había de incluirse dentro del itinerario de miles de kilómetros de la Vía Augusta que unía la capital del imperio, Roma, con uno de sus lugares más alejados hacia occidente, la ciudad de Cádiz, en el extremo sur de la Península Ibérica.
Este puente, además de su importancia estratégica, fue un símbolo de poder y dominio romano. Su construcción implicó un gran esfuerzo y una notable inversión de recursos, lo que demuestra la relevancia que Córdoba tenía en aquel entonces para el Imperio Romano.
Si bien, el puente es originario de la época romana, lo cierto es que ha sufrido numerosas reformas, reconstrucciones y restauraciones a lo largo de la historia. Por ello, gran parte de la estructura que se ve en la actualidad data de los siglos del Medievo. No obstante, todavía se pueden descubrir, cuando las aguas del río bajan con poco caudal, los cimientos que construyeron los romanos.
El puente consta hoy en día de 16 arcos, aunque se sabe que tuvo uno más. De estos arcos, una docena de ellos son arcos de medio punto. Mientras que los cuatro restantes son arcos apuntados. Esta combinación de estilos arquitectónicos refleja las diferentes etapas de construcción y modificación que ha experimentado el puente a lo largo de los siglos.
Se trata de una obra de excelente ingeniería, ya que el puente se mantiene en pie y eso pese a que durante muchos años fue atravesado por millares de vehículos, ya que sobre él transitaba la carretera nacional N-IV. Sin embargo, por motivos de tráfico y de conservación, hoy afortunadamente es un puente peatonal y hace escasos años recibió su enésima restauración, que por otro lado fue bastante polémica ya que se eliminaron muchos elementos accesorios. Pero la realidad, es que se le devolvió gran parte de su apariencia original, y permite que siga en uso para unir los barrios cordobeses del Campo de la Verdad y el barrio de la Catedral, y desde ahí disfrutar de una amplia panorámica de la monumental ciudad de Córdoba.
El conjunto histórico del Puente Romano de Córdoba, incluye no solo el viaducto propiamente dicho. Si no que también forman parte del monumento las construcciones ubicadas en sus extremos. Por el lado norte se abre la llamada Puerta del Puente levantada en el año 1572. Mientras que el otro lado, en el extremo sur, se encuentra la Torre de la Calahorra, levantada durante los siglos de ocupación musulmana de la ciudad.
Y el interés artístico de esta obra se completa con la existencia en el centro del puente de una escultura del arcángel San Rafael, construida en el siglo XVI por el artista Bernabé Gómez del Río. Esta escultura no es solo un elemento decorativo, sino que también tiene un significado religioso y cultural muy importante para los habitantes de Córdoba, ya que San Rafael es considerado el custodio y protector de la ciudad.