Sant´Agnese en Agone, Borromini
La iglesia de Sant´ Agnese en Agone o Santa Inés en Agone se encuentra ubicada dentro de la Plaza Navona, en el centro de Roma. El culto a Santa Inés estaba muy arraigado en la capital italiana, la santa fue martirizada en torno al año 305 d. C con tan sólo trece años de edad y desde entonces su culto a Roma fue adquiriendo cada vez más fuerza.
Pronto se levantó en el lugar que hoy ocupa la famosa iglesia, una pequeña ermita en honor a la santa. Bajo el pontificado del Papa Inocencio X se comenzó una reconstrucción de la Piazza Navona y el mismo pontífice, encomendó la construcción del templo de Agone. En 1652 el encargo recayó primeramente en dos arquitectos, el padre Girolamo Rainaldi y su hijo Carlo Rainaldi. Padre e hijo avanzaron rápidamente en la construcción de la iglesia y en tan sólo un año el diseño de planta centralizada ya estaba muy avanzado; fue precisamente en esta época cuando comenzaron las disputas entre los Rainaldi y los trabajos comenzaron a dilatarse en el tiempo. Inocencio X decidió entonces encomendar el proyecto a uno de los más afamados arquitectos del momento, Francesco Borromini.
Borromini (1599 – 1667) comenzó su formación como cantero de la mano de su padre, se trasladó a Milán para estudiar arquitectura. En Roma comenzó a trabajar con Maderno en la basílica de San Pedro y a partir de 1629 lo hace con Bernini. Si bien es cierto que durante años Borromini trabajó como mano derecha de Bernini una profunda enemistad fue creciendo entre ambos hasta el punto de hacerse enemigos acérrimos.
Borromini modificó la fachada que tenían diseñada los Rainaldi; construyó una fachada dividida en tres secciones con entrantes y salientes. La zona central sobresale sobre las laterales y en ella destacan dos pequeños campaniles que enmarcan la cúpula central destacando la presencia de ésta. El arquitecto barroco reunió en la fachada de Sant´ Agnese la pureza de elementos sencillos con la plasticidad de las formas dispuestas en distintos planos.
La suerte de Borromini cambió cuando el papa Inocencio X falleció en 1655, en este momento la fachada ya estaba casi completamente terminada a falta de construir la linterna de la cúpula. El encargo del templo pasó de nuevo a los Rainaldi quienes tampoco lograron terminar el templo pues en poco tiempo una comisión eclesiástica se hizo cargo del proyecto de Santa Inés. En el poco tiempo que Carlo Rinaldi estuvo a mandos del proyecto desvirtuó completamente el diseño de Borromini añadiendo un segundo cuerpo a las torres de manera que éstas alcanzan la misma altura que la cúpula.
A modo de anécdota se cuenta que el mismísimo Bernini, celoso por el trato de favor que Inocencio X concedió a Borromini diseñó uno de los gigantes de la fuente de los cuatro ríos mirando horrorizado hacia la fachada de Sant´ Agnese en Agone, quizás pensando en un diseño horripilante o con miedo a que la fachada de la fuente se cayera sobre él.