Torre del Oro, Sevilla
La Torre del Oro es una de las construcciones más características de la capital hispalense; su nombre viene determinado por su color dorado que si bien hasta hace poco se pensaba que se debía al revestimiento de azulejos, la restauración que se llevó a cabo en la construcción en 2005 determinó que su color era producido por un revoco de paja y cal que cubría toda la superficie y le confería al conjunto esa tonalidad tan característica.
La Torre del Oro fue construida como una torre albarranada, es decir una torre con función defensiva que por lo general estaba separada de las murallas pero que se conectaba con éstas a través de un pequeño arco que hacía las veces de entrada al recinto fortificado. Normalmente la función este tipo de torres era hacer las veces de atalaya o torre vigía; en el caso de la Torre del Oro la construcción unía un tramo de muralla con la Torre de la Plata y formaba parte de la construcción defensiva del Alcázar.
Parece ser que su construcción fue encargada por el gobernador almohade Abù l-Ulà y dataría de 1220 – 1221. Se trata de una construcción cilíndrica con tres cuerpos de altura de los que tan sólo dos de ellos -el inferior y el segundo cuerpo- son originales mientras el tercero fue un añadido posterior que data del siglo XVIII.
El cuerpo inferior es una estructura dodecagonal realizada en piedra que cuenta con una altura superior a los 20 metros de altitud y que ha sido rematado con una estructura almenada. Al tratarse de una estructura defensiva apenas presenta ventanales, tan sólo unas saeteras en cada uno de sus doce lados que se disponían a diversas alturas. Hoy se pueden apreciar algunos ventanales más pero corresponden a épocas posteriores. En el interior el primer cuerpo encierra un prisma hexagonal que alberga una escalera que sirve como acceso a las tres plantas en la que se divide este primer cuerpo y que están cubiertas con bóveda de arista.
El segundo cuerpo es similar al anterior: también es un dodecágono rematado por almenas pero su altura es inferior, apenas llega a los ocho metros, y está realizado en ladrillo. Sobre el paramento encontramos estructuras decorativas como sucesiones de arcos ciegos, columnillas o incluso, sobre la puerta de acceso a este segundo nivel aparece una decoración a base de paños de sebka. En la actualidad parece debatirse sobre si este cuerpo es o no parte de la construcción original, estudios recientes parecen datarlo actualmente en el siglo XIV.
El tercer y último cuerpo es un añadido posterior que dataría de 1760 y que no tiene nada que ver con el resto de la construcción musulmana. Se trata de un cuerpo cilíndrico que levanta a modo de linterna con óvalos en el paramento y se cubre a través de una cúpula semicircular decorada con azulejos dorados que tienen la misma tonalidad que el resto de la torre.
La Torre del Oro se ha convertido en un icono de la capital andaluza y fue declarada monumento histórico-artístico en 1931.