Vasos ceremoniales andinos: los queros
Cuando hablamos de culturas tan importantes como la cultura andina, cualquier objeto a menudo cotidiano se puede considerar como una gran obra de arte. En este sentido, debemos señalar que para la historia, los pequeños objetos son toda una gran fuente de información que nos permiten conocer sus costumbres y su modo de vida. En esta ocasión nos centraremos en los Queros, también conocidos como Keros, qiros o incluso, Cáliz de madera, Bebedor de Palo o Vaso de Palo. Sea como fuere su nombre, estos son objetos ceremoniales muy sencillos, vasos de madera policromados utilizados por las culturas surandinas.
La cultura inca sometió a los pueblos andinos y adoptó de ellos algunas de sus costumbres por lo que no resulta extraño pensar que los Queros ya fuesen utilizados por estos pueblos andinos anteriores a los incas. Con todo parece ser que la producción inca de queros comenzó antes de la llegada de los europeos, aunque fue precisamente en la época colonial cuando se realizaron los queros más espectaculares; concretamente, la mayor producción se llevó a cabo entre los siglos XVI y XVIII.
Este vaso ceremonial era utilizado en los rituales de libación en los que a menudo se bebía la chicha, una bebida extraída del maíz. En general, estos objetos presentan una forma de campana invertida, con una base plana que hace las veces de pie de copa, paredes cóncavas y una boca muy ancha. Algunos incluso, contaban con asas. En cuanto a la decoración, se puede establecer una clara división: por una parte, los queros precolombinos suelen estar decorados con formas geométricas dispuestas en bandas horizontales, parece ser que eran realizados con una pintura de tipo resinoso que permitía hacer incisiones. Los tonos más utilizados eran los rojos y amarillos.
Tras la colonización, los queros fueron adquiriendo mayor complejidad en la decoración, destacando aquellos que representan escenas bélicas con guerreros bien armados y protegidos por sus escudos u otras de carácter más ceremonial y religioso. Estas escenas, a menudo se completaban con decoraciones vegetales de plantas colgantes e incluso, animales de la zona.
Hubo también, complicados vasos que representan cabezas de animales como leopardos o jaguares y estaban muy conseguidos. Precisamente a partir de estos queros zoomorfos, se desarrolló otro tipo de vaso ceremonial conocido como Pajcha. Se trataba de un vaso con forma de animal que contaba con un conducto alargado por donde se derramaba la bebida hasta verterla en el suelo.