Arte
Inicio Escultura, Neoclásica Paulina Borghese, Antonio Canova

Paulina Borghese, Antonio Canova

Publicado por Laura Prieto Fernández

Esta escultura realizada en mármol es obra del famoso escultor Antonio Canova (1757-1822). Canova es uno de los máximos representantes del neoclasicismo en el ambiente escultóricos de finales del XVIII y principios del XIX y, junto con Jaques Louis David uno de los artistas que mejor representa los postulados neoclasicistas imitando la perfección de la estética grecorromana sin caer en términos academicistas o demasiado simples. Canova conjuga en sus esculturas como nadie la belleza de las formas clásicas aplicadas a las más variadas temáticas y formas, por ello ya durante su vida tuvo multitud de encargos y fue comparado a los grandes genios como Miguel Ángel o Bernini.

La fama que el escultor fue cosechando hizo posible que realizara numerosas esculturas para el emperador Napoleón Bonaparte entre ellas ésta de su hermana pequeña, la predilecta del emperador, Paulina Borghese o Paulina Bonaparte.

La joven ha sido representada siguiendo los modelos de las Venus victoriosas de la antigüedad clásica: recostada sobre un sillón la hermana de Napoleón sostiene la cabeza con su mano mientras la otra descansa sobre su pierna, esta misma postura fue utilizada en numerosas ocasiones por los artistas para representar a la diosa del amor, por ejemplo Boticelli en su obra Venus y Marte. Parece ser que la belleza y la reputación de la dama hicieron que muchos en la época la consideraran una verdadera diosa del amor.

Desnuda de cintura para arriba, un fino paño cae por el respaldo del sillón y se ajusta a sus piernas cubriendo su desnudez. Su cabello aparece recogido en una coleta despeinada y tan solo una pulsera adorna su bello cuerpo. En la mano que reposa sobre su pierna, una manzana hace referencia al mito de Paris y la belleza de Venus.

Si bien es cierto que Paulina Borghese tan solo contaba con veinticinco años en el momento en que Canova la retrató, la pericia del maestro hace que ésta adquiera un porte muy maduro y sensual; su mirada perdida acentúa aún más el sentimiento de relajación y belleza que trasmite la hermana del emperador.

La obra fue realizada en bulto redondo y cuenta con una composición triangular a la par que equilibrada. Con sumo cuidado el conjunto escultórico es una muestra de movimiento en acto, parece como si el espectador pudiera observar a esta Venus victoriosa mientras ella gira la cabeza de manera distraída y pensativa.

La obra, tallada completamente en mármol, adquiere una gran calidad en la representación de los materiales destacando la representación del diván sobre el que la joven aparece recostada así como el paño que cubre su desnudez. La luz incide brillante y de manera regular en toda la composición alejándose de los claroscuros y sombras que incitan al dramatismo. En la escultura de Paulina todo es armonía y equilibrio.

Pese a que el encargo de esta escultura fue mandado realizar por el marido de Paulina, Camillo Borghese, la sensualidad y belleza que desprendía la obra de Canova hizo que éste mostrara en contadas ocasiones al público esta excepcional representación de su mujer.