Arcón de Courtrai
Esta pieza que es un gran arcón de madera custodiado por el New College de Oxford en Inglaterra, es casi un milagro que haya llegado hasta nuestros días, ya que las obras de muebles en madera difícilmente resisten el paso de los siglos. Y en este caso está contrastado por las pruebas de dendrocronología que se trata de una talla que se hizo en los primeros años del siglo XIV.
Se ignora donde se realizó, pero en cambio sí que se ha identificado que representa el relieve que cubre toda su parte frontal. Y es una representación de los enfrentamientos que durante el año 1302 hubo entre los flamencos y los franceses. Así que se desconoce cómo este arcón llegó después hasta territorio británico.
El caso es que a comienzos del siglo XIV las milicias de Flandes decidieron atacar a las tropas de la monarquía francesa asentadas en la ciudad de Brujas. Y aquí se nos cuenta todo el desarrollo de ese enfrentamiento, desde la primera matanza a la guarnición francesa hasta la batalla de las Espuelas de Oro que dio fin a ese enfrentamiento.
Es más que posible que todo el mueble se tallará ese mismo año a modo de conmemoración de aquella victoria. E incluso se especula con que fuera una obra del gremio de ebanistas de la ciudad. Pero no está claro, ya que no se sabía nada de esta pieza hasta que en 1905 apareció en una granja inglesa.
Lo cierto es que dado el grado de detalle del trabajo tiene que ser algo muy inmediato a aquellos hechos que se desarrollaron entre mayo y julio de 1302. Se pude ver por ejemplo con detalle como aparecen los delegados del conde de Flandes, Guillermo de Julich y Guido de Namur, para hacerse cargo de las llaves de la ciudad, tras vencer a los galos. Y son caballeros perfectamente reconocibles como por el león de Flandes que lucen en sus escudos.
Pero también se ven otras notas casi propias de alguien que ha vivido los acontecimientos en primera persona. Una buena muestra es que se ve como los rebeldes que atacaron a la guarnición francesa y a sus adeptos en la ciudad, lo hicieron como un auténtica matanza, de ahí que en algún caso se distinga como degüellan a los enemigos aunque estén postrados en la cama. Hechos brutales pero que según ellos cuentan con la bendición divina, ya que una escena precisamente nos muestra como un fraile bendice las tropas de milicianos armados con todo tipo de armas, algunas tan salvajes como la conocida estrella matutina. Un nombre muy irónico para una maza reforzada con pinchos.