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Arpa de Puabi

Publicado por A. Cerra

Arpa de la reina Puabi

Esta obra, que actualmente se custodia el Museo Británico de Londres, es una de las joyas que han proporcionado las excavaciones en la Tumbas reales de la ciudad sumeria de Ur. Y más en concreto en la tumba de la reina Puabi. Un enterramiento con un amplio ajuar de objetos de todo tipo y con una datación aproximada al 2.500 antes de Cristo. Es decir, con una edad que supera ampliamente los cuatro milenios de antigüedad.

Allí, como fue habitual en la monarquía sumeria, cuando un gobernante era enterrado, no se iba solo a la tumba. Se llevaba consigo parte de su corte. Y en el caso de la reina PUabi fue acompañada por más de una veintena de sirvientes, entre los que había soldados armados, mujeres que le asistían, y también músicos, entre ellos uno que tocaría esta arpa.

Desde luego era una práctica brutal, ya que no se sabe si todos ellos eran ejecutados antes de ser enterrados, o se suicidaban sabiendo su destino. El caso es que tenían que morir. La única ventaja, es que ese ajuar funerario nos ha proporcionado extraordinarias joyas artísticas como este arpa, finamente labrada.

Es una obra exquisita, y de toda ella destaca la cabeza de toro de uno de sus laterales. En esa cabeza se usaron materiales semipreciosos como el lapislázuli que hay en sus cuernos, ojos o pelos. Y también se usó el nácar que aparece en la representación de unas fábulas de animales que hay bajo la barba de dicho toro y en la parte más baja del mástil del instrumento.

Unas escenas que recuerdan a la obra literaria más famosa de la antigua Mesopotamia, el poema de Gilgamesh. Un relato épico en el que el héroe se enfrenta entre otros al llamado Toro del Cielo.

Pero no todos los episodios que se ven en ese lateral del arpa de Puabi aludirían a la obra más reconocible de la literatura mesopotámica. También hay otras escenas con diferentes animales como un león, un asno, un ciervo, un oso, un lobo, una gacela y una peculiar figura medio hombre, medio escorpión. Y lo más curioso es que todos esos animales se nos muestran en actitudes muy humanas y serviles. Por ejemplo, como músicos, tal es el caso del asno que toca precisamente un arpa, o el lobo y el león que se convierten en camareros que llevan comida y bebida a la fiesta.

El significado es absolutamente indescifrable para nosotros. ¿Eran escenas simplemente caprichosas, irónicas, cómicas, aludían a relatos tradicionales, tenían un significado religioso? Se ignora. Lo único cierto es que están realizadas por unos artesanos con un extraordinario dominio de su trabajo y que además tenían mucho gusto.