Medallón de Paganini, obra de d’Angers
El escultor francés David d’Angers (1788 – 1856) creó a lo largo de su vida unos 500 medallones con las efigies de los personajes políticos, artistas y literatos más insignes de su época. Entre ellos aparecen pintores franceses como Theodore Géricault o Eugene Delacroix, y también de fuera de Francia como Caspar David Friedrich. Igualmente representó a escritores como Goethe, Chateaubriand, Lord Byron, Alexander Dumas o Victor Hugo. Y por supuesto músicos como Giacomo Rossini y el propio Nicolás Paganini que se muestra en esta imagen.
Por todo ello este conjunto de medallones realizados con relieves modelados en bronce son un verdadero muestrario de las figuras del arte de la primera mitad del siglo XIX, y especialmente de aquellos propios del movimiento del Romanticismo al cual pertenece el conjunto de la obra de David d’Angers.
Incluso, teniendo en cuenta que la idea de este tipo de medallones tiene que ver mucho con la Antigüedad y por lo tanto con el arte Neoclásico decimonónico, lo cierto es que la ejecución de los mismos se atañe a criterios propios del Romanticismo. Y el propio d’Angers dijo que a la hora de acometerlos se basaba en “dejarse arrastrar por emociones irresistibles”. Y es que con estas efigies en relieve quería no sólo representar el aspecto exterior de esos personajes, sino que quería plasmar “el ser inmaterial que debiera rodear al material como una aureola”. Lo cual contrasta con cierto toque realista, ya que la verdad es que no idealiza ni los perfiles ni los rostros de los representados.
En definitiva, estos medallones son una mezcla de historia, de sentimientos y de las diferentes formas de practicar el arte por aquellos años. No hay que olvidar que los medallones están estrechamente unidos a la tradición renacentista y por lo tanto clásica. Además David d’Angers tuvo una formación artística en contacto con el arte clásico. Es decir, aplica todos esos conocimientos y tradiciones que posee pero los modifica con el sentimiento más propio de lo romántico. De ahí, que no nos presente rostros perfectos, en los que generalmente potencia las partes más altas como la frente o algún posible bulto en el cráneo. Es decir los crea con un modelado muy libre, y menos encorsetado que las formas más académicas.
En este sentido este medallón de Paganini es uno de los mejores ejemplos, ya que es un rostro muy expresivo, en el que potencia los rasgos del retratado con claroscuros que acusan más esa expresividad.
No obstante, d’Angers también tiene una vertiente de trabajo más oficial, especialmente como decorador del Panteón de Hombres Ilustres de París, donde realizó obras de temática muy clásica, si bien siempre dejaba claro sus ideas sobre el arte romántico, ya que a esos grupos escultóricos aplica cierto movimiento y efectos de contraluz y claroscuro que lo distinguen de otros escultores más neoclásicos, como puede ser el artista danés Bertel Thordvalsen.