Escultura Gótica de la catedral de Burgos
La escultura gótica en España, muestra claramente la influencia francesa, lo mismo que la arquitectura, sobre todo en el siglo XIII, ya que son maestros del país vecino los que trabajan en las catedrales en esa fecha. Así, los principales talleres escultóricos están en León y Burgos, aunque no actúan hasta mediados del siglo, ya que los trabajos de fábrica acaparan toda la actividad constructiva hasta ese momento. Uno de los conjuntos góticos principales lo encontramos en la catedral de Burgos en la “Portada del Sarmental”, donde reconocemos la obra de, al menos, tres maestros. El primero esculpe el “Pantocrátor” del tímpano y el “Tetramorfos”, que muestra como uno de los detalles de goticismo la presencia de los Evangelistas escribiendo en unos pupitres de forma naturalista. A este maestro se le relaciona estilísticamente con el que esculpió el “Beau Dieu” de la catedral de Amiens.
El Apostolado del dintel es ya obra de otro maestro, pero del mismo núcleo de Amiens. Otro tercer maestro, en relación con los talleres anteriores realizó la imagen del parteluz, probable imagen del obispo Don Mauricio, promotor de las obras de la catedral.
La portada norte del crucero, llamada de los “Apóstoles”, cuenta con la representación del “Juicio Final”, esculpiendo a los lados del Señor a la Virgen y a San Juan, con ángeles portadores de los instrumentos del martirio. En el dintel se presentan detalles pintorescos en la separación de buenos y malos, como por ejemplo un demonio que se lleva a un condenado por las orejas. En las arquivoltas aparece la resurrección de los muertos y los castigos de los condenados. Hay una clara relación iconográfica con la portada central de la fachada sur de la catedral de Chartres. Se le atribuye a otro maestro las estatuas de los Apóstoles que aparecen dispuestos a ambos lados de la portada.
También son del siglo XIII las esculturas de las torres y otras partes elevadas, en las que hay esculturas de reyes y príncipes, protectores de la iglesia, ya que es la catedral real por antonomasia.
Para entrar en el claustro se atraviesa una portada relacionada con la de San Sixto en la catedral de Reims, en cuyo tímpano figura el “Bautismo de Cristo” y en las jambas aparecen, a un lado la Anunciación y al otro “David” e “Isaías”. En el claustro encontramos diversas manos de artistas en las estatuas de reyes, que pasan por ser de las más notables creaciones del siglo XIII. Una de las representaciones muestra a un rey (tal vez Alfonso X el Sabio) ofreciendo un anillo de esponsales a una reina (Doña Violante) sonriente y que graciosamente se recoge la cinta que sujeta la capa.
La escuela burgalesa no se limita a la capital. Por ejemplo, la portada de Santa María la Real de Sasamón, se inspira en la del Sarmental y en la de la catedral del Burgo de Osma, vemos la mano de otro de los maestros burgaleses.
Dentro de la catedral se conserva el sepulcro del obispo Don Mauricio, de bronce, con esmaltes y pedrería, que refleja el estilo burgalés de la colección de sepulcros del monasterio de las Huelgas en Burgos, que fue panteón nacional, en el que se conservan, entre otros, los sepulcros de Alfonso VIII, Leonor Plantagenet o Doña Berenguela, la hija de Fernando III el Santo. Este último es exento, apoyado en figuras de leones, de tipo ataúd, sin figura del yacente, con tapa a dos aguas decorada con relieves que muestran diversas escenas, entre las que destaca “La Adoración de los Magos”