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Evolución del retrato (I)

Publicado por Cristina

Época Republicana (hasta el año 31 a. C)

Aunque fue, parece en su mayoría, obra de artistas de Grecia, la exigencia de realismo del gusto romano formado en las imagines maiorum, y la personalidad grave y serena de las personas retratadas, dan a estas esculturas un tono fuerte, enérgico y decidido, que falta en los retratos griegos.

Presentan un tipo de busto corto, triangular, en el que no se ve el vestido. El cabello es corto, muy plano de talla, casi sin peinar. Entre los ejemplos más notables (aparte del grupo ya mencionado de Catón y Porcia), figuran los retratos de Pompeyo, Cicerón y Julio César, todos del siglo 1 a. C.

Muy representativo de la escultura republicana, aún siendo realizado a comienzos del Imperio, es el también citado de Brutus Barberini, llevando los retratos de sus antepasados.

Época de Augusto (31 a.C.-14 d.C.)

El papel preponderante que en la vida romana ejerce la personalidad de Augusto, tiene su inmediato reflejo en el arte del retrato, que además, experimenta en este período la máxima influencia del arte griego. El idealismo aflora en los numerosos retratos oficiales de Augusto, exaltado por los artistas. Empieza a tener importancia el retrato oficial, el cual irá incrementándose durante la época imperial.

Augusto de Prima Porta

De Augusto se hicieron retratos excelentes, que querían ser testimonio de un gobierno perfecto. El idealismo obedece ahora, no sólo a un criterio estético, sino político. Augusto tenía que aparecer a los ojos de todo el mundo como un gobernante perfecto, poderoso, inteligente, bueno…

Puede que el Augusto de Prima Porta, sea el más representativo de sus retratos; en él, es obvia la influencia del Doríforo griego, con el típico contraposto, aparece con vestido de cónsul cum imperium y en gesto de arengar: lleva manto consular y se protege el pecho con una coraza con motivos alegóricos. También hay retratos de Augusto como Pretor (con el rollo de la ley en la mano, y envuelto en la toga), como Pontifex Maximus (cabeza cubierta con el manto y en actitud oferente), y Heroizado (con la corona de laurel).

Lívia, esposa de Augusto, aparece igualmente idealizada en muchos retratos oficiales. Otras mujeres fueron también retratadas, siendo estos retratos fuente valiosa para el estudio de las costumbres, la moda y el peinado.