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Retrato ecuestre de Marco Aurelio

Publicado por A. Cerra

Retrato ecuestre de Marco Aurelio

Esta enorme escultura de bronce se realizó en el año 174 y nos muestra al emperador Marco Aurelio a caballo, simulando el momento en el que había acabado sus conquistas en tierras germanas.

De hecho, la postura del emperador está cargada de significado. Se presenta ante el pueblo con su brazo derecho alzado, como saludando pero también en un gesto pacificador y benevolente con el vencido. Tratándose de mostrar con esta estatua como un gobernante de carácter justo y magnánimo. De hecho en todos los monumentos conmemorativos son muy importantes los gestos y las actitudes de los personajes, ya que el arte romano oficial tenía mucho de propagandístico, difundiendo los valores del imperio, sus gobernantes y sus instituciones, y quizás el ejemplo más relevante en este sentido sea la Columna Trajana.

Pero si en la Columna Trajana existe una alabanza a la guerra y a la conquista, la actitud que quiere mostrar Marco Aurelio es bien distinta, ya que él quería pasar a la historia como un estadista pacifista. Incluso para mostrarlo no posa con el típico traje militar romano tan habitual en otros retratos de este estilo, como el conocido del emperador Augusto. Él, en cambio, aparece vestido con la toga de filósofo, mostrando que él quería gobernar con la razón.

Incluso la pose del caballo y del soberano irradian ese mensaje, ya que no se trata de un caballo iracundo, sino sosegado, equilibrado y estable. Parece que el soberano transmite la idea de que no quiere doblegar al enemigo sino ser clemente con él.

Aunque también hay que decir, que se cree que en origen, bajo la pata delantera derecha del caballo, la escultura tendría la figura de uno de los enemigos sobre el suelo que no llegaba a ser pisoteado por la cabalgadura, pero si significativamente dominado. Esta parte de la escultura se perdió con el paso del tiempo, y seguramente ha beneficiado al prestigio de la obra y del retratado, considerado por los historiadores como el más antibelicista de los emperadores de Roma.

La influencia de esta escultura en la historia del arte ha sido muchísima ya que ha servido de modelo para otras obras posteriores durante la Edad Media y del Renacimiento como el Colleone de Verrochio o el Condotiero Gallamelata obra de Donatello.

En la actualidad la obra forma parte de la colección de arte que se exhibe en el Museo Capitolino de la ciudad de Roma, pero su ubicación original se supone que estuvo en las cercanías de la basílica de San Juan de Letrán, muy próxima a la propia casa natal del emperador. Aunque entre una y otra ubicación, también estuvo en la céntrica Plaza del Capitolio, adonde fue llevada por orden del propio Miguel Ángel, que en su faceta de urbanista había recibido el encargo de remodelar esta plaza romana.