Nelson Mandela de Marco Cianfanelli
Sin duda alguna Nelson Mandela es uno de los grandes personajes mundiales de finales del siglo XX y los primeros años del XXI. Su lucha contra el apartheid se ha convertido en todo un símbolo de los derechos civiles y son muchos los monumentos que se han levantado en su honor en diferentes lugares del planeta. Y por supuesto donde más abundan es en su Sudáfrica natal. Pero quizás de todos esos memoriales, el más singular y atractivo sea la escultura que diseñó Marco Cianfanelli y que se inauguró en 2012, evocando el 50 aniversario de su encarcelamiento.
La localización de la obra no puede ser más significativa ya que se halla en Howick, en un punto de la carretera donde Nelson Mandela fue detenido el 5 de agosto de 1962. Desde ese día ya permaneció encarcelado durante 27 años, gran parte de ellos en el presidio de la isla Robben, a unas millas de la metrópoli de Ciudad del Cabo.
No obstante su lucha por la igualdad de derechos entre negros y blancos continuó en la cárcel, e incluso se incrementó al convertirse en un auténtico mito y un personaje de renombre internacional. Por ese motivo, tras su liberación le llegarían un sinfín de honores. Entre ellos presidir su país o recibir el Premio Nobel de la Paz.
Para rendirle homenaje el sudafricano Marco Cianfanelli (1970 – ) ideó está escultura compuesta por 50 barrotes de hierro, en clara alusión a las celdas de su largo encarcelamiento. Esta barras tienen alturas variables, entre 5 y 9 metros, y están dispuestas de un modo que parece caprichoso. Pero en realidad está muy estudiado.
Por ejemplo se dice que caminando entre ellas se visualiza el efecto de un disparo, algo que se quiere vincular con el gran triunfo que supuso la llegada al poder del Congreso Nacional Africano con Mandela a la cabeza.
No obstante, lo más curioso es que cuando uno se aleja más de 30 metros de la obra, y llega a un punto concreto, entonces se ve que los barrotes forman la cara de mítico líder negro. Y es que el propio artífice de la obra ha argumentado que quiso representar que el hecho de ser detenido y encarcelado aumentó la dimensión política de Mandela. Lo convirtió en un gigante para los sudafricanos, primero solo para los negros y luego también para muchos blancos, ya que cuando fue presidente trató de gobernar para todos, sin vengarse por todo lo que había sufrido antes. Eso le hizo ganarse el respeto de la inmensa mayoría de la población. Al igual que fue una figura admirada en toda África y en el mundo entero.