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La cena de Judy Chicago

Publicado por A. Cerra

The dinner party de Judy Chicago

Aunque en Laguia2000 procuramos ir publicando artículos que den a conocer a las grandes artistas que ha habido a lo largo de la historia del arte, lo cierto es que la presencia de obras masculinas domina por un porcentaje abrumador. Por ello, ha habido en las últimas décadas mujeres artistas que han querido denunciar este dato, que por otra parte no solo se vincula a las disciplinas artísticas, y sino a casi todas las actividades de nuestra sociedad.

Un ejemplo de esas denuncias es esta obra de La Cena o The Dinner Party que realizó en 1979 la creadora Judy Chicago. Ella nos presenta una mesa triangular (forma geométrica históricamente relacionada con el sexo femenino) que podemos contemplar y así reflexionar sobre el feminismo y el papel de la mujer en el arte y en la historia.

Esta mesa está preparada con todos los elementos para acoger a 39 mujeres, todas ellas reconocidas por sus hechos o por el mito que personifican. Sin embargo, ninguna de esas mujeres asiste a la cena. La razón es que ya están muertas. ¿Qué provoca con ello la autora? Cierta idea de patetismo y tristeza. Es como si hubiera preparado un banquete homenaje y ninguna pudiera ir. De hecho, la idea es que alguna de esas mujeres tampoco en vida pudo disfrutar de ese tipo de reconocimientos. Al igual que ocurre con otras 999 mujeres memorables, cuyos nombres escribió la escultora con letras doradas sobre las baldosas del suelo.

Con lo dicho hasta aquí, se puede deducir que la numerología también tiene una importante carga de contenido en esta obra. Ya que todo se basa en el 3, número místico donde los haya. Y otro número importante es el 13, porque en cada lado del triángulo de la mesa se sentarían 13 mujeres, el mismo número de personas que se sentarían en la cena más famosa de la historia y el arte: la Última Cena de Jesús y los Apóstoles.

Sin embargo, aquí la autora nos plantea mesas que enfrentan a las comensales, sin que nadie presida. Planteando más el entendimiento que la dominación con la que se ha identificado más el género masculino.

Detalle de La cena de Judy Chicago

Y cada mujer tendría ante sí un plato y un cáliz. Pero, ¿cómo sabemos quiénes son las invitadas a esa cena? Por el mantel que hay delante de cada puesto donde aparece su nombre y que además está elaborado según las técnicas de la época de la comensal. Ya que las mujeres abarcan todas las épocas, oficios y disciplinas. Desde la faraona egipcia Hatshepsut hasta la pintora Georgia O’Keefe, pasando por la poetisa Safo de la Grecia Clásica, gobernantes como la emperadora Teodora o la reina Leonor de Aquitania, escritoras como Virginia Woolf, músicas como Hildegard de Pizan o artistas como Artemisia Gentileschi.

En definitiva, esta es la gran obra de Judy Chicago, en la cual invirtió cinco años de trabajo para exponerla en el Museo de Brooklyn en Nueva York, donde se expone en una sala especial desde los últimos años formando parte del Centro de Arte Feminista Elizabeth A. Sackler.