Biblia de Tours
A lo largo de la historia del arte se han cometido muchos robos famosos como por ejemplo el del famoso cuadro de El Grito de Munch que ya han pasado a los anales de la historia del arte como una parte de la misma. En la entrada de hoy, hablaremos de una obra cuyo robo fue especialmente conocido en su época y cuya historia bien podría ser parte de una novela de intriga, se trata de la conocida como Biblia de Tours o Biblia de Ashburham.
La biblia de Tours -también llamado Pentateuco de Tours- es uno de los manuscritos miniados más conocidos, de hecho, se trata de las miniaturas más antiguas halladas hasta hoy datando de la Alta Edad Media y sin que los expertos se pongan de acuerdo para poder ofrecernos una fecha exacta de la misma. Algunos autores hablan de que la pieza debió de ser realizada en torno al siglo V por encargo de Galla Placidia -emperatriz romana y reina consorte de los visigodos- para la educación de su hijo, Valentiniano III; de ser así, la pieza habría sido creada en el scriptorium de Roma y sin embargo, otros autores plantean que la procedencia de la pieza sea el scriptorium de Sevilla retrasando su fecha de creación dos siglos después, en el siglo VII.
El manuscrito se conservó en la Biblioteca de la Catedral de Tours de donde el matemático e historiados Guglielmo Bruto Icilius Timeleone Libri-Carucci, más conocido sencillamente como Comté Libri, lo robó en el siglo XIX. Libri modificó los datos de los asientos para quee no se pudiera dar con el ejemplar y para cuando los encargados de la biblioteca se quisieron dar cuenta el manuscrito ya se encontraba en Inglaterra donde el matemático y aristócrata lo había vendido a Lord Ashburnham. Cuando la herencia del Lord inglés salió a subasta el gobierno francés pudo recuperar el codiciado manuscrito que hoy descansa en la biblioteca Nacional de París.
La pieza pertenece a la época paleocristiana, se trata de una obra que contenía los cinco primeros libros de la Biblia (Pentateuco) de los cuales, el primero, el Deuteronomio, ha desaparecido por completo y los otros cuatro han perdido parte de su contenido. En total la obra cuenta a día de hoy con 142 folios manuscritos de los cuales 13 no pertenecen a la obra original sino que fueron añadidos en época gótica. En la actualidad se conservan diecinueve miniaturas a toda página realizadas en carboncillo y gouache, pero se cree que en el manuscrito original debía de haber una sesenta y ocho miniaturas igual que éstas.