Arte inca (I parte)
La cultura inca también conocida como cultura quechua o incaica fue la última de las grandes culturas precolombinas que resistió la llegada de los españoles y de la que aún hoy se conservan algunas de sus ritos y tradiciones. Su imperio lo que hoy son los territorios de Perú, Chile, Argentina, Bolivia Ecuador y Colombia, su amplia expansión estuvo muy relacionada con su capacidad para asumir algunos de los rasgos de los pueblos anteriores que paulatinamente iban conquistando.
En esta ocasión nos centraremos en el arte que nos ha legado esta singular cultura siendo quizás, su arquitectura la manifestación más conocida gracias a los grandes conjuntos arquitectónicos como la conocidísima ciudadela de Machu Picchu. A grandes rasgos podemos señalar algunas características generales ara las grandes construcciones quechuas como son por ejemplo la sencillez y austeridad en sus formas, eliminando la mayoría de los adornos innecesarios y destacando la simetría de sus formas. En cuanto al uso de materiales debemos destacar sobre todo la utilización de la piedra bien sea labrada –para aquellas construcciones más reseñables- o sin tallar y siempre unida sin argamasa es decir, a hueso.
Normalmente las grandes construcciones incas están asociadas al megalomanismo, su tamaño es tan grande que a menudo resulta difícil comprender cómo pudieron construirse sobre todo en lugares tan alejados e intrincados como Machu Picchu. Algunos de los templos más importantes elaborados por los incas son La Casa del Sol en el Lago Titicaca o el Amarucancha en Cuzco. Pero los incas también se preocuparon por el urbanismo de sus urbes de modo que en las antiguas ciudades podemos encontrar amplias avenidas que desembocaban a una plaza central similar al foro romano así como sistemas de canalizaciones para el agua o largas calzadas que comunicaban las ciudades salvando los desniveles de las montañas con puentes de soga que han resistido el paso del tiempo.
En cuanto a la pintura, la cultura inca no desarrollo una destacable producción, un hecho curioso en comparación con otras cultural anteriores preincas quienes sí cuentan con muestran de gran valor y calidad artística. En realidad este fenómeno tiene una sencilla explicación y es que los incas, no concebían la pintura como un arte en sí misma sino como el complemento para otras actividades artísticas bien fuera la arquitectura, la cerámica… esto explicaría porque la mayoría de manifestaciones pictóricas que han llegado hasta nosotros los han hecho como murales o como decoración de cerámica.
La pintura tenía normalmente un fin conmemorativo de modo que trataba de dejar testimonio de algunos hechos reseñables aunque la mayoría de las manifestaciones se corresponden con un arte abstracto y difícil de interpretar en lugar de obras realista y naturalista que son más escasas.