Alegoría de la Vista de Jan Brueghel de Velours
Esta obra es una de las más emblemáticas del arte de Jan Brueghel de Velours (1568 – 1625), hijo del gran pintor belga Pieter Brueghel el Viejo y hermando de Pieter Brueghel el Joven.
Este cuadro realizado con soporte de tabla y con la técnica del óleo lo realizó en 1617 y en la actualidad se conserva en el Museo del Prado de Madrid. Con obras como ésta, Brueghel de Velours inauguró una temática que se desarrollaría mucho posteriormente en la pintura flamenca del Barroco. Se trata de los llamados “cabinets d’amateurs”. Durante todo el siglo XVII este género va a tener mucho éxito en Flandes.
Estos gabinetes nos presentan estancias repletas de objetos, cuadros, dibujos, libros, curiosidades, esculturas, instrumentos, un poco de todo. Y precisamente este cuadro es uno de los primeros en los que se ve el gabinete de un coleccionista.
La obra forma parte de un conjunto de tablas llamadas “Los cinco sentidos”, aludiendo con ello al gusto, el tacto, el oído, el olfato y lógicamente la vista, a la que se dedica esta imagen.
Aquí, vemos rodeada de cuadros a una mujer desnuda, cuyo simbolismo unos los interpretan como Venus y otros como una ninfa.
Entre las muchas obras de pintura que se ven en la escena, aparece un retrato doble de los Archiduques Alberto e Isabel, los grandes protectores con los que contó este miembro de la dinastía artística de los Brueghel. De hecho, también se ve otro retrato ecuestre del mismo archiduque.
Casi todas las obras se pueden identificar. Por ejemplo, se ve en primer término la Bacanal de Rubens, de hecho son muchos los historiadores que piensan que la autoría del conjunto de obras de Los cinco sentidos son de autoría compartida entre Pieter Paulus Rubens y Jan Brueghel. E incluso también se puede ver otra obra La Virgen de la guirnalda, que también atesora el Prado y que se la adjudica a Brueghel el Viejo, aunque se supone que la guirnalda de flores la pintaría su hijo, ya que los adornos florales pintados eran una de sus especialidades.
Como es habitual en la pintura flamenca, desde tiempos anteriores con los hermanos Van Eyck, hay un tremendo cuidado por el detalle, convirtiéndose en ocasiones la pintura casi en una labor de miniaturista. De este modo, además de identificar otras obras repartidas por la estancia como una copia de la Santa Cecilia de Rafael, u otras copias escultóricas de obras de Miguel Ángel o el Laocoonte del arte helenístico, también se distinguen infinidad de objetos de uso científico, todos ellos relacionados con el sentido y el órgano de la vista.