Caminante sobre mar de nubes, Friedrich
Esta obra de arte fue realizada por el pintor Caspar David Friedrich en torno al año 1818. Friedrich fue uno de los máximos exponentes del estilo romántico desarrollado en el siglo XIX y su obra ha trascendido en el tiempo tanto por su calidad técnica como por su alto contenido simbólico.
Realizada en óleo sobre lienzo la obra representa a un hombre de espaldas que ataviado con la ropa de la época mira un imponente paisaje montañoso de la Suiza Sajona cubierto por una inmensidad de nubes.
La obra sigue los parámetros románticos de la época: el paisaje es el protagonista de la obra, con su inmensidad lo envuelve todo. Sin embargo no hablamos un paisaje cercano al hombre y habitado por éste, más bien todo lo contrario. Las escenas naturales que Friedrich representa en sus cuadros son, casi siempre, paisajes aislados, alejados del hombre y de la civilización que nos llevan a un estado espiritual. El pintor se muestra a lo largo de su carrera muy cercano a este tipo de representaciones, la naturaleza es una constante en toda su producción y ésta siempre aparece envuelta en un halo de misterio. Algunas obras en las que se hace patente el interés del pintor por los paisajes naturales son Mar de hielo o Los acantiulados de Rügen.
La figura masculina que se encuentra de espaldas observando el paisaje se ha identificado con el propio Friedrich, el hecho de que el pintor sitúe el personaje de espaldas al espectador nos refuerza la idea de que éste personaje no es el protagonista de la composición. El hombre en su pequeñez, tan sólo es una pequeña parte del universo mucho mayor. Las figuras suelen cubrir casi completamente el punto de fuga de la composición, lo cual lleva al espectador a introducirse aún más en la composición. Las figuras de espaldas que contemplan un paisaje también aparecen en otras obras de Friedrich como en Los acantilados de Rügen, sin embargo en esta obra son tres los personajes de la composición mientras que en Caminante sobre mar de nubes la pequeñez del hombre se acentúa aún más debido a su soledad.
Pero la representación del hombre, con una pierna más adelantada que la otra, también se ha relacionado con la superación de Friedrich de los asuntos terrenales, su espiritualidad le lleva más a allá a ocupar sus pensamientos en la idea de la muerte y la vida posterior, una de las tónicas más comunes del arte romántico. Las rocas sobre las que el caminante se apoya hacen referencia al mundo terrenal, las nubes se han asociado a la divinidad y las elevaciones rocosas que surgen entre las nubes y las cadenas montañosas podrían hacer referencia a la vida después de la muerte.
El detalle y la minuciosidad cobran fuerza en la obra de Friedrich, el dibujo se hace trascendental a la vez que se conjuga con un colorido de tonos frios y cálidos. La gradación tonal va desde los colores más cálidos en primer plano a otros más fríos en el fondo y destacando el negro de los ropajes del caminante.