Condenada por la Inquisición de Eugenio Lucas
Este lienzo pintado con la técnica del óleo lo realizó el artista español Eugenio Lucas Velázquez hacia el año 1860, y en la actualidad se conserva en el Museo del Prado de Madrid, donde forma un conjunto de obras inspiradas en la misma temática y con los títulos de Condenados por la Inquisición y Condenado por la Inquisición, con las que nos propone variantes sobre los temidos juicios que se realizaban en España sobre asuntos de religión.
Para estas imágenes está muy clara la influencia de la obra de Goya, especialmente de sus Pinturas Negras, ya que lo cierto es que Goya sí que conoció estos horribles juicios que hacía la Santa Inquisición, mientras que Lucas no, ya que esta institución había sido abolida en el año 1812.
Eugenio Lucas (1824 – 1870) fue un personaje del Romanticismo prototípico, y no solo por la época en la que le tocó vivir, sino también por su espíritu y modo de ver la vida. Por ejemplo, realizó muchos viajes e hizo el viaje a Marruecos habitual en muchos artistas románticos y como ellos, por ejemplo, Delacroix, allí se dedicó a pintar escenas exóticas. Posteriormente, de nuevo en España se declaró republicano y revolucionario.
En él se ve un Romanticismo íntimamente ligado con el momento histórico que se vivía en España, y por lo tanto E. Lucas, no solo es un romántico por su estilo pictórico o sus gustos.
Su mayor referente sin duda fue la obra de Francisco de Goya, y al igual que él, fue tremendamente crítico con la Iglesia y con las supersticiones que rodeaban a los asuntos religiosos. Y estilísticamente, el estudiar las obras goyescas le sirvió para liberarse de las formas más academicistas, y alcanzar un modo de pintar a base de una pincelada muy libre y un uso muy personal de los colores.
Pero sus obras no son meras copias o imitaciones de los cuadros de Goya, si bien es cierto que también las realizó. En realidad, aprovechó temáticas y caminos abiertos por el pintor aragonés, pero que sin duda cuadraban mucho más con el estilo y el espíritu más romántico, donde era muy importante el color. Y también, la verdad es que a la hora de afrontar ciertos temas, mientras Goya se nos muestra como un artista mucho más comprometido y crítico, en el caso de Eugenio Lucas Velázquez tiene un carácter más cercano a lo pintoresco y a la teatralidad.
Un buen ejemplo es este lienzo, en el que hay una verdadera puesta en escena, con la condenada desfilando a lomos de burro y marcada con un capirote sobre su cabeza, y la cruz en su pecho, que aguanta resignada su paseo entre las gentes, que parecen asistir a un espectáculo callejero.