El almuerzo, Velázquez
El almuerzo también conocido como El almuerzo de campesinos o Muchacha y dos hombres sentados a la mesa es una de las primeras obras de Diego Velázquez. La obra sería realizada en la época de formación del artista, cuando éste aún se encontraba en Sevilla; sin embargo ya existía una primera versión de este mismo tema realizado por el artista sevillano que se conoce como Tres hombres a la mesa y que Velázquez realizaría entre 1617 o 1618 y que actualmente se conserva en el Museo del Ermitage de San Petersburgo. Así la obra que aquí nos ocupa debería ser posterior a la mencionada fecha, quizás realizada en torno a 1619; pese a todo no se tienen noticias de la obra posteriores a finales del siglo XVIII cuando apareció en una colección privada de Cádiz y fue posteriormente adquirida por el Museo de Budapest.
Diego de Velázquez (1599 – 1660) es el máximo exponente de la pintura barroca del Siglo de Oro español; desde sus primeros lienzos realizados en Sevilla hasta las obras más reseñables de su carrera artística las pinturas de Velázquez han sido admiradas por pintores e historiadores de todas las épocas. En sus pinceles se mezclaban las claves de una pintura naturalista con un leve toque tenebrista; autor de innumerables retratos reales fu fama fue bien conocida tanto dentro como fuera de España y llegó a convertirse en una de las figuras pictóricas más afamadas de su época.
La obra de El almuerzo de campesinos presenta una doble temática, por un lado se representa en primer plano y en el centro de la escena un bodegón mientras que en conjunto la temática correspondería a una pintura de género; este tipo de escenas eran muy comunes en el taller de Pacheco donde se formó Velázquez puesto que el maestro las consideraba como una fuente didáctica de entrenamiento para sus jóvenes pupilos.
Sentados a una mesa que ocupa el centro de la composición y sobre la que encontramos elementos como un pescado, un limón, vasos de vino etc. Aparecen dos hombres enfrascados en una interesante conversación mientras una joven les sirve la bebida con sumo cuidado.
Las figuras apenas prestan atención a la muchacha; uno de los comensales es bastante mayor que el otro y lo escucha atentamente mientras acerca su mano a la joven para recoger su bebida sin ni siquiera mirarla. En los personajes se aprecia el parecido con otras obras de Velázquez, hecho que ha avivado aún más las conjeturas sobre la autoría de la obra.
De hecho el tema de autoría siempre ha sido muy controvertido en este lienzo y mientras los expertos del Museo de Budapest apuestan por un Velázquez original – con algunos repintes posteriores debido a su delicado estado de conservación- otros autores creen que debajo de esos repinten se encuentra una técnica demasiado seca e imprecisa como para pertenecer al genio sevillano, aún en sus primeras etapas, por ello se decantan por una obra copiada a partir de un original hoy perdido.