José y Jacob en Egipto, Pontormo
Tras el éxito de la estética clasicista que se retomó en la época del Renacimiento, un nuevo movimiento artístico comenzó a fraguarse entre los pintores más jóvenes; en realidad, este hecho, no resulta extraño ya que en la época renacentista la gran triada del arte (Rafael, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci) habían llegado al culmen de la pintura renacentista por lo que las nuevas figuras pictóricas tan sólo tenían dos caminos: uno, continuar la estela de los grandes maestro a base de copiar su estilo o dos, buscar nuevos caminos que llevasen a la pintura por nuevos derroteros*. Este fue sin lugar a dudas, el camino escogido por el joven Pontormo el autor de la obra que a continuación nos disponemos a analizar y que lleva por título José y Jacob en Egipto.
Pontormo, cuyo verdadero nombre era Jacopo Carrucci (1494 – 1557) tuvo un excelente aprendizaje de la mano de maestros tan importantes como Andrea del Sarto, Piero di Cosimo o el mismísimo Leonardo da Vinci. Según Vasari relata en su obra Vidas, Pontormo siempre trabajó en la zona de Florencia bajo el mecenazgo de la familia Médicis y su carácter neurótico y extravagante hacía que el artista no fuese fácil de tratar.
A principios del siglo XVI, entre los años 1515 y 1518, el artista participó en la decoración de la alcoba que el banquero Pier Francesco Borgherini había encargado para celebrar su matrimonio. En la empresa participaron cuatro artistas distintos entre los que se encontraba Pontormo junto con Andrea del Sarto, Granacci y Bachiacca.
La pintura de Pontormo está realizada en óleo sobre tabla, en la actualidad se exhibe en la National Gallery de Londres y cuenta con unas espectaculares dimensiones llegando a medir más de diez metros de anchura y más de nueve metros y medio de altura. El artista aprovecha la amplia superficie de la tabla para relatar varias escenas de la vida de José, al que siempre identificamos por ir ataviado con una túnica violeta y capa color ocre. El artista se ha basado en los últimos episodios de la vida de José, así podemos verle junto con su padre visitando al faraón de Egipto, a la derecha atendiendo a los pobres, en la escalera junto con sus hijos y finalmente en la zona superior del extraño edificio cilíndrico José presenta a sus nietos ara que los bendiga.
La obra de Pontormo destaca por el colorido brillante típico del manierismo así como por las figuras más alargadas de lo que establecía el canon clásico.