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Jacob Ruysdael y el paisajismo holandés

Publicado por Laura Prieto Fernández

A lo largo del siglo XVII las conocidas como Provincias Unidas eran uno de los focos culturales más destacados del Norte de Europa; la pintura de esta época destaca por establecer una síntesis sin precedentes entre las formas del barroco tradicional que se extendían por toda Europa y las formas realistas que los pintores de los Países Bajos heredaron de los Primitivos Flamencos. En este sentido proliferan en el arte neerlandés un buen número de artista que se especializan en distintos géneros pictóricos, sin lugar a dudas la pintura de historia será uno de los géneros por excelencia pero no se puede olvidar los grandes retratos de conjuntos o la pintura de paisaje.

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Durante el siglo XVII un nutrido grupo de artistas trabajaron el paisaje como uno de los géneros pictóricos más destacados de la época. Se trataba de pequeñas composiciones caracterizadas por una línea del horizonte baja donde las formas lumínicas del cielo y las marinas adquirían gran protagonismo.

Jacob Izaaksoon van Ruysdael, más conocido simplemente como Jacob Ruysdael (1628 – 1682) será el artista más destacado de esta corriente pictórica. Procedente de una familia de artistas –su tío fue Salomon Ruysdael, un reconocido paisajista- parece ser que el joven Jacob pudo formarse en el taller de su padre y posteriormente entrar en el taller de Allart van Everdingen. A mediados de siglo, en torno a 1652, el artista ya pertenecía a la Cofradía de pintores de San Lucas. Pese a ser un artista muy prolífico su obra no estuvo muy demandada, pasó grandes apuros económicos y terminó sus días en un asilo sin ningún tipo de recursos.

En sus pinturas se puede apreciar cierta evolución fruto de la madurez estilística y el cada vez más amplio y logrado uso de recursos estilísticos. Hasta mediados de siglo las composiciones de sus paisajes son sencillas, centrándose en un solo elemento y con gran detallismo de las formas naturales. En cuanto a los temas de sus representaciones no es difícil encontrar escenas marinas o de canales, sin embargo su verdadera maestría está representada en las escenas boscosas donde el artista capta a la perfección la soledad de la naturaleza. En este sentido, la elección de los paisajes boscoso recuerdan a las formas noruegas lo que ha planteado la posibilidad –poco probable debido a su situación económica- de que el artista viajara a este país, más bien se ha pensado que estas formas debieron de corresponder a la inspiración tomada de la obra de otros artista como Van Everdingen.

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En el colorido destaca su gran manejo de las sutilezas cromáticas, la gama cromática del verde es utilizada en las composiciones boscosas mientras que las marinas se caracterizan por las tonalidades grisáceas. La figura humana apenas aparece en sus paisajes y parece ser que en aquellos que lo hace son intervenciones posteriores de otros artistas.

Entre sus obras más conocidas destaca La Cascada en un paisaje rocoso, Dos molinos y una compuerta abierta cerca de Singraven o El Paisaje con el castillo de Bentheim.