La Anunciación de Bellini
Esta obra es una de las diferentes creaciones que configuraron el interior de la iglesia de Santa Maria dei Miracoli en la ciudad de Venecia. Un templo construido entre 1481 y 1489 por el arquitecto Pietro Lombardo y sus hijos Antonio y Tullio. Si bien en la época la iglesia se definió como una fantasía salida de los pinceles de Carpaccio y Bellini.
A este último, a Giovanni Bellini (1430 – 1516) pertenece este gran lienzo (224 x 196 cm) pintado al óleo que en su tiempo estuvo sobre las puertas del órgano, de ahí que sean dos partes diferenciadas, con María orante a un lado y al otro el arcángel San Gabriel.
Una obra de gran calidad, pese a que los historiadores a veces han catalogado el cuadro como una creación de taller en la que tan solo sería atribuible a Bellini el dibujo base, mientras que el color y la ejecución final sería tarea de sus ayudantes. No obstante, como decimos la gran calidad del conjunto también ha hecho pensar a otros estudiosos que sería una obra del maestro.
Uno de los valores más interesantes de esta escena de la Anunciación de la Virgen es la estudiada composición en la que los espacios y las vestimentas se crean a partir de un trazado geométrica, muy en la línea de los sesudos estudios de perspectiva que los pintores italianos del Renacimiento llevaban a cabo, con Piero della Francesa a la cabeza.
Esto se puede ver en el embaldosado del suelo o en el damero que crea el artesonado del techo, e incluso en el vestido del ángel. Si bien, al dividirse la escena en dos partes, coincidiendo con las hojas de la puerta, el artista ha generado un único punto de fuga, pero no central, sino ligeramente ladeado, para que tenga un protagonismo importante.
Ese punto de escape es la ventana en el lado de María, mientras que en el del Arcángel, vemos la esquina de la habitación, cerrando así la estancia y dándonos así una importante referencia espacial.
Por otro lado, en cuanto a la decoración que se plasma en esa habitación, hay estudiosos que piensan que era una réplica de la decoración marmórea en tonos grises y rosas de la propia iglesia, la cual obviamente se inspira en las más puras formas clasicistas de la arquitectura del Renacimiento.
Si se visita hoy esta iglesia veneciana no se encontrará allí esta obra, ya que era una de las partes de arte mueble más codiciadas del templo. Por esa razón en la actualidad se expone en la Galería de la Academia de la propia ciudad de los canales.