La batalla de Gibraltar de Claesz van Wieiringen
Esta obra del pintor holandés Cornelisz Claesz van Wieiringen (h. 1580 – 1663) representa un momento de la batalla de Gibraltar en la que se enfrentó España a la armada de los Países Bajos. Concretamente representa un momento clave de aquel episodio, justo en el instante en el que explota el buque insignia del ejército hispano.
Una escena de lo más sangrienta y violenta, ya que se ve con todo detalle, no solo como saltan por los aires muchos elementos del navío, entre ellos los marineros. Sino que se aprecia su cubierta en llamas, y como los soldados que allí están van a morir abrasados.
De hecho, hay un extraordinario detalle en todo ello, casi lindando con lo morboso. Algo que de alguna manera le quita dramatismo, ya que hay algunas notas a medio camino de la parodia y de la brutalidad.
El episodio aconteció de verdad. En el contexto del larguísimo conflicto entre los Países Bajos y España (1568 – 1648), que aunque no coincidan las fechas se denomina la Guerra de los Treinta Años, cuyo desenlace final fue la independencia de los actuales territorios de Holanda y Bélgica.
Ocurrió en abril de 1607, cuando la flota de los Países Bajos sorprendió a las naves españolas que estaban en la bahía gibraltareña. Sin embargo, el cuadro fue pintado varios años más tarde, hacia 1621, cuando se decidió encargarle la obra a Cornelisz Claesz van Wieiringen y así conmemorar aquella victoria. Un cuadro que hoy se conserva en el Rijksmuseum de Ámsterdam.
El caso es que el género de las batallas navales contó con un especial desarrollo en Holanda, y hubo pintores como Cornelisz Claesz que se especializaron casi en exclusiva en este tipo de imágenes. De hecho, en la pintura holandesa abundaban los artistas, y es un hecho que muchos de ellos se especializaron en una única temática dada la enorme demanda de ese tipo de cuadros, bien fuera, batallas navales, retratos individuales o de grupo, bodegones, o paisajes. Incluso en este último caso hubo pintores que sobre todo pintaban paisajes invernales.
Pero volviendo a los cuadros de batallas marinas, la verdad es que hubo diversos pintores dedicados a ello. Por ejemplo, toda la familia Wilaerts, una saga de pintores compuesta por el padre Adam, y sus hijos Abraham e Isaac. Y también se especializaron en estos temas Aert Anthonisz y Hendrick Cornelisz Vroom. Si bien es cierto que todos ellos, tal vez los debamos considerar artistas de segunda fila, ya que a fuerza de repetir y repetir este tipo de escenas, la verdad es que acabaron por hacer una producción casi industrial, sin demasiado interés artístico. Aunque sí con un atractivo histórico, tanto por su temática ilustrar episodios del pasado como también por mostrar un momento artístico esplendoroso como fue el Siglo de Oro Holandés.