La carga de los lanceros de Boccioni
Uno de los pintores más paradigmáticos de la corriente del Futurismo de comienzos del siglo XX fue Umberto Boccioni quien realizó esta obra en el año 1915, un cuadro que hoy cuelga de la Pinacoteca de Brera en Milán, y en la que mezcló dos técnicas. Por un lado la pintura al temple sobre el soporte de cartón y por otro el pegado a modo de collage. Un recurso que es muy habitual en las obras futuristas, ya que era normal que incluyeran sobre todo recortes de prensa, revistas o escritos. Algo que en su momento se consideró como un medio de romper las barreras establecidas del arte y añadir nuevas formas de expresión, que por otra parte estaban literalmente pegadas a la realidad, ya que así se incluían noticias del día a día.
Aquí por ejemplo, Boccioni seleccionó recortes con varias noticias sobre la I Guerra Mundial, en un momento en el que Italia estaba jugando a ser neutral pero estaba firmando un acuerdo secreto con Francia y Reino Unido para apoyarles en su enfrentamiento con Alemania y Austria.
Boccioni la verdad es que como muchos de los intelectuales italianos de la época era partidario de entrar en la guerra, y consideraba que el conflicto era “ la única higiene del mundo” ya que con ella se podría barrer la mediocridad y todos los convencionalismos que había establecido una sociedad aburguesada.
Sin embargo, está claro que Boccioni como otros artistas del movimiento futurista tenían una visión un tanto romántica de la guerra, muy alejada de los crudos combates que se vivieron y sufrieron durante lo que en su momento se llamó la Gran Guerra. Esa creencia incluso le hizo alistarse voluntario en las tropas de caballería. E incluso moriría durante el trascurso de la guerra, pero no en batalla, sino tras una caída de su caballo realizando ejercicios de prácticas militares.
Esa muerte aconteció en 1916, pero un año antes pintó esta obra ensalzando el mundo de los soldados de caballería. Una visión sin duda idealista, y donde lo importante es el heroísmo y no el drama que de verdad estaba ocurriendo en las trincheras y los campos de batalla.
Él solo busca aquí ensalzar el conflicto y lo hace con todos los recursos estilísticos del movimiento artístico al que representa. Por eso en la obra sobre todo hay una sensación de movimiento. Un movimiento propiciado por la masa informe de caballos y jinetes que armados con lanzas se van a enfrentar al enemigo que les espera con fusiles y bayonetas. Es decir, esta imagen de La carga de los lanceros sin duda alguna se puede definir como una de las visiones más falsas y románticas que se hicieron de la Primera Guerra Mundial.