La coronación de espinas, El Bosco
La coronación de espinas pintada por el artista flamenco El Bosco y que en la actualidad se encuentra en la National Gallery de Londres, nos muestra un estilo renacentista al que el artista no nos tiene acostumbrado; además la obra es un alarde de la maestría con la que El Bosco componía sus lienzos y presenta una nueva concepción iconográfica en uno de los episodios de la pasión de Cristo.
Hyeronimus Bosh, más conocido como El Bosco (1450 – 1516) es una de las figuras más representativas de la escuela flamenca del norte de Europa. No son muchos los datos que se conservan acerca de su vida, parece ser que El Bosco desciende de una antigua familia de artistas y que éste se formara en el taller familiar junto con su padre. Una vez dentro del gremio de pintores, El Bosco cosechó numerosos éxitos sin embargo, los problemas de datación y autoría con respecto a sus obras son una constante para los expertos del arte puesto que el artista solo firmó unas pocas obras y casi ninguna está datada.
En el caso de la Coronación de Espinas que aquí analizamos, obra también conocida como Los Improperios, su datación también es controvertida: algunos autores han señalado que la obra pudo realizarse a finales de la década de los setenta mientras que otros, retrasan su producción hasta principios del siglo XVI. Hoy los expertos parecen asegurar que la obra debió ser realizada en torno a la década de los ochenta, sobre el año 1485. Así esta Coronación, formaría parte de las obras de primera madurez, donde el artista presenta una acusada influencia de las formas renacentistas.
Se trata de una pequeña tabla pintada en óleo que apenas llega a los setenta centímetros de altura y sesenta de anchura y cuyo estado de conservación es bastante precario, la obra ha sufrido múltiples intervenciones y repintados posteriores. En ella podemos apreciar cinco personajes que ocupan toda la superficie de la tabla, agolpándose en un primer plano. Son cuatro verdugos que maltratan y se burlan de Jesucristo, tras el episodio de la prendición. Éste es el momento que relatan los Evangelios, cuando Jesús es vestido de púrpura y coronado con una corona de espinas como rey de los judíos.
En sus verdugos podemos apreciar los cuatro temperamentos, así en la esquina superior izquierda el flemático, encontramos a un hombre vestido de verde y con un guante metálico que podría representar a un soldado romano y que porta un extraño sombrero atravesado por una flecha, este soldado aparece colocándole a Jesús la corona de espinas; a su derecha, el temperamento melancólico, un hombre que apoya su mano en el hombro de Jesús y que lleva un collar de perro. Abajo a la izquierda aparece el temperamento sanguíneo que con una sonrisa burlona parece disfrutar con la escena, en sus ropajes se aprecia la presencia de una estrella y una media luna simbolizando al islamismo y judaísmo. El último personaje representaría el temperamento sanguíneo y está colocando sobre Jesús una túnica blanquecina.