La escuela de Barbizon
Con el sobrenombre de Escuela de Barbizon solemos denominar a un conjunto de artistas que marcarán una nueva pauta en la pintura realista del siglo XIX. Tradicionalmente la historia del arte marca una estética pendular en la que unos movimientos surgen en contraposición de las formas estilísticas de sus predecesores, en este sentido debemos destacar como La Escuela de Barbizon es la reacción de un conjunto de artistas pictóricos a la pintura academicista de corte romanticista.
A principios del siglo XIX el panorama pictórico de Francia y Europa en general estaba dominado por la combinación de una larguísima tradición neoclásica que se enraizaba con la pintura de Jaques Louis David, la estética romántica encarnada por artista de la talla de Delacroix o Géricault y la figura de uno de los artistas realistas más destacados, John Constable. Desde el principio debemos destacar como los artistas que integraban la Escuela de Barbizon no rehuían de la pintura realista de Constable pero sí del encorsetamiento que sufrían debido a las normas impuestas por la Academia de las Bellas Artes y los círculos oficiales.
En 1824 se presentó en el Salón Oficial de Paris una muestra que recogía diferentes pinturas realista realizadas por John Constable en las que el tema principal giraba en torno a la naturaleza. Así, un conjunto de jóvenes artista entre los que destacan figuras como Millet, Rousseau o Corot entre otros, decidieron abandonar la ciudad de Paris para establecerse en el pequeño pueblo de Barbizon situado en las inmediaciones del bosque de Fontainebleau.
Los barbizonniers, como despectivamente se les conocía, trataron de alejarse no sólo de las pautas estéticas impuestas sino también de una sociedad que cada vez apostaba más por el progreso tecnológico y abandonaba paulatinamente el entorno natural. Quizás por ello los artistas de Barbizon apostaron por la representación del que hasta entonces había sido considerado como un tema menor, el paisaje.
Estos artistas apostaron por abandonar el taller como lugar de trabajo para salir al aire libre –pintura plein air- y captar la esencia de la naturaleza, procedimiento que posteriormente también sería utilizado por los artistas del movimiento impresionista. Los artistas de Barbizon apenas realizaban en sus lienzos ningún retoque dentro del taller, de lo que se trataba era de captar la esencia y el realismo del entorno natural y para ello la obra debía ser creada en este mismo entorno.
Como consecuencia de estas premisas los artistas rehuían de cualquier punto de idealización, captaban el paisaje tal cual era ayudándose para ello de un gran dominio del cromatismo y de la captación de la atmósfera muchas veces representada con carácter tenebrista. La luz se convierte en la protagonista del lienzo, no en vano es la responsable de los múltiples efectos cromáticos que en la naturaleza se desarrollan.
Algunos de los artistas más destacados de la Escuela de Barbizon son: Rousseau, precursor del grupo y cabecilla de la escuela, Corot, Daubigny, Dupré o Millet que incorporó en sus paisajes las figuras de los campesinos.
Ya en la década de los sesenta, los artistas de Barbizon comenzaron a causar una fuerte influencia en un grupo de jóvenes pintores que después desarrollarían uno de los movimientos artísticos más destacados, el impresionismo.