La playa de Valencia con luz matinal de Sorolla
Playa de Valencia de Sorolla
Esta obra está pintada por el artista español Joaquín Sorolla y Bastida en el año 1908. Se trata de un lienzo pintado al óleo que en la actualidad forma parte de los fondos de la Hispanic Society of America situada en Nueva York.
De hecho en esta Hispanic Society of America se conservan algunas de las obras más emblemáticas de este pintor valenciano, y eso que estamos hablando de un pintor muy prolífico ya que se estima que la producción de Sorolla es amplísima, porque hoy en día se cuenta con más de 2.200 obras catalogadas con su autoría.
Pero el hecho es que en este organismo ubicado en Nueva York hay catorce importante murales pintados por Sorolla, todos ellos fruto de un encargo que recibió un año después a la realización del lienzo de La playa de Valencia con luz matinal. Ese encargo constaba en decorar diversas salas de esa institución hispánica con un conjunto de escenas que dieran lo que se vino en llamar una “Visión de España”, algo que Sorolla realizó entre los años 1913 y 1919 y para lo cual realizó una importante labor de campo viajando por toda España, para así intentar captar las imágenes que mostrarán la esencia de su país.
Lo cierto es que Joaquín Sorolla a lo largo de su vida (1863 – 1923) no sólo viajó por España, también lo hizo por gran parte de Europa, por lo que estaba muy al tanto de las corrientes más modernas y vanguardistas de su época, y de ellas tomaba todo aquello que más le interesaba para su propio, especialmente de movimientos como el Impresionismo y ciertas vertientes del Postimpresionismo.
Sin embargo, Sorolla posee un estilo muy personal e inconfundible que hace que no se le pueda adscribir a ninguna corriente artística concreta, y pese a ello fue un pintor que logró una importante reputación y prestigio tanto en España como en otros lugares de Europa.
Y ese particular estilo se basa en su portentoso colorido especialmente brillante, muy apropiado para representar sus paisajes preferidos, los del mar Mediterráneo, y sobre todo los de su Valencia natal, donde infinidad de veces, como en el caso de este cuadro, se inspiró en las escenas vistas en la playa de la Malvarrosa, en la misma ciudad de Valencia. De ahí sacó vistas como ésta en la que vemos una familia disfrutando de un baño en el mar, mientras que un poco más atrás se ven los barcos de los pescadores que salen a faenar en las inmediaciones de la playa. Unos elementos: niños, familias, pescadores, barcas, arena, mar y luz mediterránea que Sorolla pintaba una y otra vez, y que nunca se cansaba de retratar.
Y todo ello plasmado a través de sus tonos de color vivo y vibrante, a lo que se le une su pincelada enormemente suelta, la cual pese a su aire casi etéreo es muy vigorosa, y sin duda es el elemento inconfundible de la producción de Joaquín Sorolla.