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Mujeres de argel, Delacroix

Publicado por Laura Prieto Fernández

La obra Mujeres de Argel en su apartamento es, junto con el lienzo de la Muerte de Sardanápolo, una de las pinturas de corte y estética más orientalizante realizadas por el pintor romántico Eugène Delacroix. En la actualidad la obra se encuentra en el Museo del Louvre de Paris catalogada como Femmes d’Alger dans leur appartement; se trata de una pintura realizada en óleo sobre lienzo de formato horizontal y grandes dimensiones, el lienzo cuenta con más ciento ochenta centímetros de altura y casi doscientos treinta centímetros de ancho.

Eugène Delacroix (1798 – 1863) es una de las grandes figuras artísticas de la escuela romántica francesa. Parece ser que su formación artística estuvo fuertemente ligada a la escuela parisina de Jaques Louis David; allí no sólo recibió la formación de uno de los más grandes pintores del neoclasicismo sino que además, compartió escuela y pudo conocer a una de las figuras artísticas que más influirían en sus pinturas Gericault. Delacroix entró en los círculos oficiales gracias a uno de sus lienzos más conocidos, Dante y Virgilio en el descenso a los infiernos, que tendría una gran aceptación.

En los primeros años de la década de los treinta y como artista ya consolidado viajó a Argel y allí vivió una de las experiencias más bellas según las propias palabras del artista; Delacroix pudo admirar en primera persona el interior de un harén, algo que hasta entonces muy pocos occidentales había podido hacer. Es precisamente de aquella cuando dos años más tarde, en 1834, y ya de nuevo en su taller de Paris, el artista decide reflejar en uno de sus lienzos y siguiendo los múltiples dibujos y anotaciones que había realizado en Argel la obra que aquí encontramos.

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Se trata de una escena de interior donde tres mujeres aparecen sedentes en el suelo en diversas posturas, acompañándolas encontramos de pies la figura de una criada de raza negra que sale de la habitación girando el rostro hacia atrás. Esta composición tan realista nos introduce en el lienzo como si de voyeurs se tratase, con nuestra presencia hemos interrumpido la escena intimista que se desarrollaba en el interior del harén.

Las mujeres aparecen ataviadas con ropas sensuales de corte oriental. Especial mención merece la figura representada en último plano cuyo rostro queda oculto en la penumbra de la habitación. En el centro de la composición encontramos una pipa con opio típica estas escenas.

Delacroix ha invertido muchísimo tiempo en plasmar cada uno de los detalles del lienzo, desde las alfombras a los azulejos de las paredes, todo presenta un toque personal. La gama cromática utilizada es terrosa combinando perfectamente con la luz calidad y dorada que se difunde por la habitación de las mujeres; la pintura ha sido aplicada a base de pequeñas pinceladas con una gran carga de empaste, muchas veces de colores sin mezclar.

Las Mujeres de Argel de Delacroix tuvo una fuerte influencia en artista posteriores, así por ejemplo Matisse realizó múltiples dibujos del lienzo e incluso llegó a versionarlo.