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Polonia, 1863 de Jan Matejko

Publicado por A. Cerra

Polonia de Jan Matejko

El mapa geopolítico de Europa en el siglo XIX era bien diferente al actual. Había países de hoy en día que no existían como tal ya que estaban divididos en infinidad de estados independientes unos de otros. Mientras que otros territorios estaban sometidos a las grandes potencias de la época. En este último apartado entre Polonia que a mediados del siglo su extensión estaba bajo el control de tres países mucho más poderosos: Rusia, Austria y Prusia. De manera que al igual que se dio en Italia o en Grecia, aquí también se iban a llevar a cabo procesos revolucionarios y enfrentamientos para lograr la unidad y la independencia.

A eso alude este cuadro del pintor polaco Jan Matejko. Un gran lienzo de 156 x 232 cm que hoy cuelga en las salas de Museo Nacional de Cracovia, y que se titula Polonia, 1863, aludiendo a un infructuoso intento que hubo por parte del pueblo polaco de liberarse del poder ruso.

En realidad, aquella derrota el artista y gran parte de los intelectuales polacos lo considera un triunfo. Tras el aplastamiento inmisericorde de la rebelión y conflicto armado, los polacos decidieron hacer frente de otro modo. Dedicándose a trabajar par logra la unidad cultura y cívica del pueblo polaco.

En ese propósito participó activamente el propio Matejko que dedicó varios cuadros que mostrarán con orgullo la historia de su nación. Hizo toda una serie de acontecimientos del pasado con una clara intención aleccionadora. Pero el único que mostraba el presente fue este, ya que lo pintó tan solo un año después de aquellos hechos, o sea, en 1864. Pero desde luego que el tratamiento que le da a esa dolorosa derrota, es la de un episodio de orgullo.

En el centro vemos una mujer que es la personificación de Polonia, la cual va vestido de riguroso luto, ya que está tomada como una instantánea del momento preciso en el que un herrero le va a poner unas cadenas en sus muñecas. Y ella hace un gesto de desdén hacia ese encadenamiento y también hacia los militares rusos opresores que contemplan la escena. Parece decirles, me podréis esposar pero no me quitaréis la dignidad. Algo que también contempla un oficial prusiano, colaborador de los rusos en esa opresión.

Una opresión muy dura, ya que también se ve algunos rebeldes polacos que han sido apresados y que sabemos por la historia que fueron desterrados a la dura Siberia.

Si nos fijamos, vemos que tras Polonia, hay otra mujer vestida de blanco, la cual se rebela ante un oficial que la intenta violentar. Pues bien, esa otra mujer vendría a ser una representación de Lituania, ya que ese territorio a orillas del mar Báltico también se había enfrentado al poder ruso y también sufrió una dura represión por ello.