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Brazo Relicario de San Sebastián

Publicado por A. Cerra

Relicario de San Sebastián

Esta pieza de 1499 fue propiedad de María, la esposa del emperador Maximiliano II de Austria. Y sin duda es una joya de orfebrería de un valor enorme no solo por su calidad artística, sino también por los materiales que se utilizaron en su elaboración. En ella hay partes de plata en su color y también sobredorada, que además aparece cincelada y grabada, todo ello unido al empleo de cristal estallado y esmaltes opacos, algunos de ellos perdidos.

Hay filigranas desde la propia base hexagonal de la pieza, donde aparecen formas caladas y lobuladas, además de varios escudos, entre ellos los del Papa Alejandro VI y el rey Ladislao II de Polonia y Hungría.

Mientras que la parte central tiene forma cilíndrica, y se usa el cristal entallado para mostrar en su interior la reliquia, que son los restos del hueso de un brazo, que se acompaña de la pertinente filacteria, o documento que quiere acreditar la autenticidad de la reliquia.

A modo de brazalete hay una superficie también cilíndrica con la inscripción en la que se nos cuenta que la reliquia pertenece a San Sebastián y también se dice cuándo realizó esta singular pieza de joyería, en 1499, así como se identifica a Joannes Hermann como donante de la misma.

Y por último, el conjunto se remata por una mano, donde destaca el dedo pulgar con un anillo azul, mientras que el índice y corazón sostienen la figura en miniatura del propio San Sebastián.

Esta última parte es donde se manifiesta la extraordinaria calidad de la pieza, ya que es de un naturalismo asomboroso y muy cuidado, además de perfectamente integrada en el conjunto. Y en cuanto a la figurilla del santo es una miniatura con unas características formales perfectamente atribuibles a la escultura germánica de finales del arte gótico.

Joannes Hermann era canónico de Bratislava, una ciudad que hoy es la capital de Eslovaquia, pero que en el siglo XV se integraba en el reino de Polonia, y era muy famoso por sus talleres de platería y sus prestigiosos maestros orfebres. Por cierto, en la actualidad dentro de la catedral de Bratislava hay otro relicario de un brazo, en este caso de San Estanislao, que es prácticamente idéntico a la pieza que aquí os mostramos.

Sin embargo, el de San Sebastián hoy en día está muy lejos de su lugar de origen, ya que se custodia en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid.