Relicario de los Tres Reyes Magos
El Relicario de los Reyes Magos, también conocido como Dreikönigsschrein es una de las más afamadas piezas de orfebrería medieval que ha llegado hasta nuestros días y una de las piezas de arte más valoradas de la historia. Parece ser que en el interior de este gran relicario descansan los restos mortales de los Tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar. En realidad la pieza es excepcional y no sólo por los excelentes materiales que se usaron en su construcción sino por su calidad técnica y artística y por ser el relicario más grande del mundo.
En torno al año 300 d.C. los restos mortales de los Tres Sabios la madre del emperador Constantino, conocida como la Emperatriz Elena, encontró los restos en la ciudad de Saba desde donde los trasladaría a Constantinopla y donde éstos reposarían durante varios años. En cierto momento de la historia –no hay datos certeros al respecto-, las reliquias fueron trasladadas a Milán. En el siglo XII Federico Barbarroja comenzó una serie de campañas de asedio y saqueo por toda Italia y en 1164 el Emperador del Sacro Imperio Romano Germano entregó al obispo de la Catedral de Colonia los restos de los Tres Reyes Magos que había expoliado de la Catedral de Milán. Las reliquias se colocaron en la parte rasera del altar mayor de la Catedral y desde entonces comenzó a llegar un flujo permanente de peregrinos cuyas limosnas permitieron la construcción del famoso relicario.
Parece ser que el autor de tan fastuoso trabajo fue uno de los mejores artistas de la época medieval, Nicolás de Verdún. Verdún (1130 – 1205) es uno de los pocos artistas góticos cuyo nombre es conocido y su trabajo era admirado ya en vida; parece ser que el artista llevó a cabo una verdadera revolución en el campo de la orfebrería y que sus piezas adquirían un realismo hasta entonces nunca visto. Nicolás de Verdún sería el encargado de realizar los bocetos del relicario y en iniciar los trabajos de orfebrería; el artista trabajaría en el relicario desde 118 hasta su muerte y entonces los maestros orfebres de la catedral de Colonia terminarían el relicario siguiendo las pautas de Verdún. Co toso, la pieza no estuvo terminada completamente hasta el año 1250.
La obra de orfebrería posee unas dimensiones espectaculares para este tipo de piezas llegando a medir más 100 cm de ancho, 15 cm de alto, y 220 cm de largo y a pesar más de 350 kilos. En realidad la pieza está formada por tres sarcófagos superpuestos y retranqueados en altura que dotan a la urna de una peculiar forma basilical. Aunque la estructura interna está realizada con materiales pobres, madera, el conjunto está completamente recubierto y bañado por una capa de oro y plata con la superficie decorada por múltiples relieves y piezas preciosas que se engarzan finamente en la superficie de la arqueta. En cuanto a la decoración se ha realizado un esmerado trabajo con bajorrelieves historiados que muestran escenas de la vida y la pasión de Jesucristo así como una representación de los apóstoles y evangelistas.