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Retrato de Chaïm Soutine por Modigliani

Publicado por A. Cerra
Retrato de Chaim Soutine de Modigliani

Retrato de Chaim Soutine de Modigliani

Se trata de una pintura realizada sobre lienzo y con la técnica del óleo en el año 1917 por el pintor italiano Amedeo Modigliani. En la actualidad se conserva en la National Gallery DC.

Una constante en todos los retratos ejecutados por Amedeo Modigliani es que en su pintura entremezcla el problema estético y el psicológico, como ejemplo puede servir este del pintor Chaïm Soutine o el retrato que hizo de Madame Pompadour. Este rasgo diferenciador se puede apreciar en su manera característica de pintar las cabezas, casi siempre un poco inclinadas, como expresando melancolía. También son habituales los ojos almendrados en los que rara vez se distinguen las pupilas, así como los hombros suelen estar caídos, las manos son visibles, y los cuellos están muy alargados y transmiten mucha flexibilidad.

Igualmente, son típicos de los retratos de Modigliani los rostros ovalados en contraposición a esos cuellos largos y casi cilíndricos. Y en esos rostros, unas claras líneas marcan la presencia de la nariz y la boca, que son los elementos que terminan por dotar de expresividad a los personajes retratados.

En el caso de esta pintura que muestra la imagen del también artista modernista Chaïm Soutine, estamos ante uno de los retratos más expresivos de Modigliani, como si fuera fruto de los largos ratos de diálogo entre ambos artistas, un diálogo que la pintura trata de compartir con los espectadores que contemplan la tela.

En realidad, se puede decir que Modigliani fue el único amigo con el que contaba Soutine, un pintor ruso exiliado en el París de comienzos de siglo XX. Entre ambos se hicieron muchos retratos, y en todos ellos se puede descubrir la profunda amistad que compartían, así como también esos retratos les sirvieron a ambos para saciar sus ganas de pintar, ya que en muchas ocasiones se quejaban de la dificultad para hallar modelos convenientes para su arte. De hecho, son varias las obras de Modigliani en las que posan algunos de sus amigos, ya que repartidos por las mejores colecciones de pintura del mundo se pueden ver retratos que hizo a otros amigos como Leopold Zborowsky, quién fue un soporte afectivo y económico durante una etapa dura de su vida. Y en otra de sus obras retrata a Henri Laurens, un escultor que experimentaba con las formas cubistas, cuyas obras influyeron en Modigliani para que él estudiara como sintetizar las formas estructurales en la pintura y que las figuras tuvieran una importante solidez en los volúmenes.

En este óleo, nos presenta al ruso con un rostro casi infantil pese a que por aquel entonces ya era de una edad avanzada, querido, también ansioso, al mismo tiempo que se ve una actitud abierta y confiada, con una mirada extrañamente iluminada gracias a dos puntos de luz.

También es muy habitual en los retratos de Modigliani que los fondos sean de un color neutro para que todo el protagonismo de la imagen resida en el personaje retratado, aunque a veces suele haber algún elemento que nos da información sobre la figura real a la que representa. En este caso, ese elemento es la sencilla mesa que se ve a la derecha y sobre la que hay un vaso de vino a medio beber.