Retrato de Moïse Kisling por Soutine
Este óleo fue pintado por el artista de origen ruso Chaïm Soutine y en la actualidad forma parte de los fondos del Museo de Arte de Filadelfia en Estados Unidos.
La obra hay que entenderla como claro ejemplo de la estrecha colaboración entre artistas afines que existía en el París de la Belle Epoque. Si bien es cierto que los artistas se agrupaban entre sí por comunes intereses, y se formaban grupos, a veces enfrentados con los otros. En este caso Soutine formaba parte de un grupo de artistas afincados en el parisino barrio de Montparnasse, uno de los barrios de mayor efervescencia cultural en aquellos momentos en la capital francesa.
En esta ocasión, Soutine tomó como modelo al pintor de origen polaco Moïse Kisling, a su vez Soutine había servido como modelo para varios retratos de Modigliani. Y por su parte, Kisling también realizó retratos a otros artistas contemporáneos, como el que hizo a Jean Cocteau.
La obra puede servir como un claro ejemplo del estilo de este personalísimo pintor. Nos retrata con mucha simpatía a su colega nacido en Cracovia pero también emigrante en París, como él mismo. Y para ello utiliza unas pinceladas consistentes en espesas manchas de color, y aplicadas a un ritmo muy rápido, casi frenético, lo que unidos a los tonos vivos y muy contrastados que emplea, hace que el estilo de Soutine se pueda emparentar con una de las corrientes pictóricas más vigentes por aquellos años: el Fauvismo, un estilo artístico donde todo el protagonismo reside en el color, y en un color de calidades muy fuertes, casi salvajes, de hecho, su nombre se debe a que a los pintores que lo usaron se les comenzó a llamar “les fauves”, o sea, los salvajes. Y de entre todos ellos iba a destacar especialmente el pintor francés Henri Matisse, si bien hay que decir que el Fauvismo tuvo sus orígenes años antes en las telas que pintó Paul Gauguin, cuyo estilo inspiró a una generación posterior de pintores.
No obstante, la pintura de Soutine, si bien tiene características que los vinculan con los pintores contemporáneos fauvistas, lo cierto es todavía tiene más similitudes con otro movimiento de principios de siglo. Y realmente, a Chaïm Soutine se le considera el mayor representante del expresionismo no germánico, porque fue en Alemania donde más vigencia tuvo esa tendencia pictórica.
Si se conoce la vida de Soutine, no se hace extraño que acabara pintando de esa forma expresionista, cruda y desgarrada. Porque Soutine de familia judía nació en 1849 en una localidad rusa cercana a Minsk, pero pronto tuvo que exiliarse en París, donde viviría hasta el final de sus días en 1943. Y la verdad es que durante su infancia y su juventud tuvo una existencia bastante dura, algo que posteriormente transmitiría a su pintura. Sin embargo, estos rasgos que se pueden apreciar en muchas de sus obras, en el caso de este retrato a su colega Moïse Kisling tan solo se intuye, y sin duda en la imagen resalta más el respeto y aprecio que tenía hacia el joven pintor polaco.