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Retrato de Casagemas de Picasso

Publicado por A. Cerra

Retrato de Casagemas de Picasso

Carles Casagemas (1880 – 1901) fue un joven artista español, tanto pintor como poeta, pero ciertamente su nombre no aparecería en los libros de Historia del Arte si no hubiera tenido un amigo como Pablo Picasso, el cual lo pintó en este óleo que hoy posee el Museu Picasso de Barcelona, y que sobre todo le dedicó varias obras tras la prematura muerte de Casagemas.

Siendo ambos muy jóvenes se conocieron en Barcelona en 1899, y frecuentaron los mismos círculos bohemios, por ejemplo el café de los Quatre Gats donde expuso por primera vez Picasso, y también Casagemas, además de ser un local regentado por Pere Romeu por el que pasó lo mejor de las vanguardias artísticas españolas.

Ya desde esos tiempos en Barcelona, Casagemas siempre mostró que era una persona de familia acaudalada y que tenía un carácter voluble, capaz de pasar de la ira a la depresión rápidamente. Así que tenía tendencia a los excesos, tanto en sus sentimientos como en sus vicios, especialmente con el alcohol.

El caso es que tanto Picasso como Casagemas decidieron dar el salto a París, la verdadera capital artística en el 1900. Y se fueron, aprovechando los contactos españoles para instalarse. Por ejemplo, el taller del Isidre Nonell en el que se instalaron inicialmente. Allí comenzaron a trabajar y a conocer la vida más bohemia y alternativa de la capital francesa. Y conocieron varias modelos para sus pinturas, una de ellas llamada Germaine, de la cual se enamoró perdidamente Casagemas.

Por esa pasión desbocada y también por su constante abuso de la bebida y diversas drogas, Picasso decidió llevarse a su amigo una Navidad a Málaga, para que se olvidara de aquella mujer. Sin embargo, una vez en España solo consiguió discutir con él, y Casagemas acabó regresando a París para no volver.

Mientras Picasso se quedó en España un tiempo, su amigo volvió a la capital gala a buscar a aquella muchacha, que en realidad sentía cierto desprecio hacia aquel pintor sin futuro. No obstante, consiguieron verse en un restaurante, eso sí en compañía de un grupo más amplio en el que había otras modelos y varios artistas españoles emigrados, como el escultor Manolo Hugué. Pero aquella reunión iba a acabar en tragedia. Por Casagemas se llevó un revólver y cansado del desprecio de Germaine le disparó y luego se pegó un tiro a sí mismo.

La chica al final no tuvo más que una herida leve, pero él resultó muerto. Y aquel suceso iba a tener un gran impacto en Picasso, quien se enteró del acontecimiento en España, y realizó varias pinturas con su amigo fallecido y en la tumba, casi a modo de homenaje inspirado en El entierro del Señor Conde de Orgaz de El Greco. Pero además aquella muerte le cambió por un tiempo el carácter al genio malagueño y hasta varió su modo de pintar, ya que en esas fechas realizó sus obras más melancólicas y tristes catalogadas como su “época Azul”.