La vida de Picasso
De 1901 a 1904 se dio lo que se ha llamado el Periodo Azul de Picasso, una fase en la que obviamente sus cuadros están dominados por ese color, más concretamente por sus tonos más tristes. Y dentro de toda esa producción hay que destacar el lienzo de La Vida que posee el Museo de Arte de Cleveland en Estados Unidos. Una obra que el artista realizó en el año 1903 y que está muy relacionada con el suicidio por amor de uno de sus mejores amigos de juventud, Carlos Casagemas, del cual también tenemos un retrato.
Como decimos la opción del azul para Picasso es con la intención de plasmar un sentimiento de tristeza, de dolor y de angustia. A lo cual también ayuda el tipo de personajes representados, que siempre irradian desesperación y pobreza, sea por sus vestimentas o la ausencia de ellas, e incluso por sus formas alargadas y un tanto famélicas. Así como son figuras con rostros que expresan abatimiento y de estar ausentes.
Todo ello se podría vincular con el momento personal que vive Picasso. Desde luego no es la época de mayor riqueza económica para él. Vive ciertamente como un miserable, y además su mejor amigo Casagemas se ha suicidado por una mujer, con la cual Picasso se ha emparejado posteriormente.
Esta carga vital se ha querido ver en la tela de La Vida. S bien, el autor nunca terminó de aclarar los mil y un significados que se le han dado al cuadro.
La obra la pintó en Barcelona, tras varios viajes y frustraciones en París. Y si nos fijamos, el rostro de la figura masculina coincide con los rasgos de Carlos Casagemas. No obstante hay mucho más que eso.
Vemos como si fueran las edades de la vida y las diferentes relaciones que pueden surgir en cada fase. Por ejemplo, está plasmado el vínculo materno filial, y también el de una relación sexual. Hay desnudos, hay formas que parecen estudios o bocetos, hay alusiones a figuras religiosas como Adán y Eva, está la pena y el dolor,… No está todo resuelto a la hora de interpretar el cuadro, y eso que las técnicas de rayos X y los dibujos previos encontrados nos indican que inicialmente la composición pudo ser más compleja y ambiciosa.
Pero incluso sin terminar de entender el mensaje que pretende lanzar Pablo Picasso es innegable su valentía artística. Prácticamente nadie desde la Edad Media, cuando se hacían las grisallas, se había atrevido a pintar un cuadro de forma monocroma, solo con la gama de un color, en este caso el azul, y además con los azules más tristes y desvaídos. Y sin embargo, él abrió este camino en el arte contemporáneo. Uno más de los que experimentó el genial pintor español, ya que hay que tener en cuenta que cuando el artista pintó esta obra maestra todavía no era el gran maestro del arte que iba a ser pocos años después.