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Romanos de la decadencia de Thomas Couture

Publicado por A. Cerra

Romanos de la decadencia de Thomas Couture

Thomas Couture (1815 – 1879) fue un pintor muy propio de una época en la que triunfaba el arte más académico y la pintura de temática histórica. Una auténtica referencia a mediados del siglo XIX de las exposiciones del célebre Salón de París, donde lo más académico y conservador triunfaba.

En ese certamen que anualmente se celebraba en el Salón Carré del palacio del Louvre triunfó en varias ocasiones con sus cuadros de tema histórico e intención moralista. Y posiblemente de todos ellos, su gran obra fue este impresionante cuadro de Romanos de la decadencia que presentó en el año 1847 y que mide 472 x 772 centímetros.

La obra, además de por su tamaño y estilo académico, llamó la atención por el tema elegido. Una escena ambientada en tiempos de la Roma Antigua pero ya lejos de su periodo esplendoroso, y con muchos signos que muestran la descomposición y decadencia de un imperio. Se ve una arquitectura clásica, portentosa, de grandes columnas y bellas esculturas de personajes relevantes del pasado. Pero ya no se les adora, y solo se ve una gran juerga y una total relajación de los buenos modales.

Un tema que muchos críticos del momento relacionaron con la Francia de su tiempo. Alguno llegó a decir que el título bien podría ser “franceses de la decadencia”. Y es que en el fondo, Couture estaba haciendo una crítica al reinado de Luis Felipe I que se dio entre el año 1830 y 1848. Un periodo en el que el país perdió gran parte del esplendor y de las glorias que habían vivido los galos a comienzos de ese mismo siglo.

En cuanto a la estética de la obra, hay que decir que por supuesto y como es habitual entre los pintores relevantes del Salón, sin duda el dominio técnico de Couture es impecable. Su fina pincelada aporta notas de un elegante realismo a su representación, al mismo tiempo que genera una abigarrada composición de espíritu muy teatral. No cabe duda que su dominio artístico de los pinceles y los óleos es total. Algo que supo transmitir a algunos de sus alumnos, entre los cuales se encuentra Eduard Manet.

De alguna forma este momento fue el punto culminante de su carrera. Y aunque se mantuvo unos años en el candelero, él mismo fue consciente de que su estilo y su tiempo estaba pronto a desaparecer. Algo que se puede decir que hizo efectivo ese mismo alumno suyo, Manet quien unos años después presentó al Salón de París su cuadro Desayuno en la hierba, una obra cargada de modernidad y que fue rechazada por los académicos. Aquel hecho fue un cambio de tendencia total e incluso acabaría con la desaparición años más tarde de la celebración anula del Salón donde tanto había triunfado Couture.