Tiziano (I)

Fue el máximo representante del clasicismo de Venecia en el siglo XVI, lugar en donde ya desde los primeros años del siglo, los pintores de esa escuela realizaron grandes progresos en la técnica del óleo sobre lienzo, mostrando un exquisito gusto por los colores vivos propios del mundo oriental, con el que tenían frecuentes contactos comerciales. La original pintura de la escuela veneciana tendrá una gran influencia posterior, tanto por plasmar la espléndida sociedad del momento con gran boato, en sus fiestas, procesiones, etc., como por el predominio en su pintura del color antes que el dibujo. El culto al color de esta escuela se plasma en el gusto por el cromatismo y el predominio de los tonos cálidos sobre todo. Otra de sus peculiaridades es la importancia que se concede al tema secundario, a las anécdotas, lo mismo que a la exaltación de cualquier símbolo de riqueza, exhibiendo telas, joyas, etc. Por último cabe hablar también de la contemplación poética del paisaje. El iniciador de esta escuela fue Giorgione, quien introdujo dos temas que gozaron de gran popularidad, la “Venus dormida” y el “Concierto campestre”, pero el gran exponente de la misma fue Tiziano Vecelli, más conocido como Tiziano. Fue discípulo de Giovanni Bellini, al igual que Giorgione, con el que coincidió en su taller a raíz de lo cual posteriormente se asociaron.

En sus obras toca todo tipo de temas, como las pinturas alegóricas, las mitológicas, los retratos, y la variada iconografía cristiana, trabajando para los franciscanos sobre todo, en cuyas obras muestra la importancia del color y del movimiento, lo que tendrá mucha repercusión en el arte de la Contrarreforma. Sus características más destacadas van a ser, la plena libertad en el uso del color, la importancia del paisaje con una luz envolvente, la evolución de su pintura desde un primer acabado cuidado hasta al final de su trayectoria por una factura muy suelta, con colores sin fundir, casi siempre cálidos y por ser el “pintor de los temas profanos”, sobre todo de las Venus desnudas, con lo que denota una profunda influencia de la mitología. De todas maneras sus diosas son mujeres reales, salidas del natural, con lo que acaba estableciendo un nuevo canon de belleza femenina. Tiziano fue además el maestro en las texturas de los objetos, la representación de la morbidez de los cuerpos y del tratamiento evanescente de la luz de los cielos venecianos, siempre con neblina, brumosos, difuminando los contornos

En la obra “Amor Sacro y Amor Profano” toca un tema mitológico hermético y ambiguo, en el que el Amor Divino se representa mediante la pureza del desnudo femenino y el Amor Profano, a través de la mujer vestida. Aparecen una serie de contradicciones, entre la vitalidad de la mujer desnuda y la reserva de la vestida, la mujer desnuda tiene una iglesia al fondo y la vestida una fortaleza, plasmando también contrastes compositivos, como por ejemplo reservando las figuras verticales para las mujeres y las horizontales para los paisajes y fondos.