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«Vistas del jardín de Villa Medici» de Velázquez

Publicado por Chus

villa-medici.jpgSe trata de dos óleos sobre lienzo que se encuentran en el Museo del Prado de Madrid, realizados por el pintor durante su segundo viaje a Italia entre 1649 y 1650 (no todos los especialistas están de acuerdo con esta fecha, puesto que los hay que sugieren que lo pintó durante su primer viaje a Italia en1629-1631, los realizaría en su visita a Roma, ya que se trata de la villa medicea en Roma, villa en la que residió durante su estancia en la misma. Aducen sus innovaciones a que se trataba de bocetos y no obras definitivas). Suponen la primera aparición del paisaje como protagonista en la pintura española. El amor del pintor por el paisaje se manifestaba ya en las vistas de la Sierra del Guadarrama que constituían el fondo de sus retratos al aire libre. En ellos aparecían las cumbres serranas envueltas entre series de nubes que tenían una gama cromática que mostraba una gran variedad de azules y blancos y los bosques se desdibujaban por la neblina. Conseguía la sensación de distancia por una mayor acuosidad de los verdes y en esos paisajes, una simple mancha se convertía ante el ojo del que lo contempla en una forma determinada (un tronco, una copa, etc.). Semejaban descripciones puntuales de momentos suspendidos en el tiempo.

Pero en estos pequeños óleos va a ir más allá, ya que se muestra en ellos como el primer pintor contemporáneo. Ambos son motivos tomados directamente del natural (lo cual ya es en sí novedoso, pintar al aire libre), en los que el paisaje aparece mediatizado por el efecto atmosférico que provoca la luz en un momento determinado del día. Capta la vibración lumínica mediante pequeños toques luminosos. Esto, junto al uso de la pincelada suelta y menuda que disuelve las formas, sugiriéndola más que afirmándola, supone un anticipo con respecto a los impresionistas de más de doscientos años, está construyendo a base de pequeños de pincel, que hacen que debamos alejarnos un poco del lienzo para poder captar la forma sugerida. No solamente en este aspecto, sino que por su valoración de la autonomía de la pincelada y porque al dotar a puntos aislados de la composición de toques luminosos da sentido a todo un plano, estas dos obras suponen todo un tratado de principios de pintura contemporánea.

Uno de los lienzos se conoce con el nombre de “La tarde”, porque la luz que aparece representada recuerda a la del atardecer. En el aparece una arquitectura tapada con una especie de andamios, en la que aparecen dos personajes conversando. Los personajes no dejan de ser una anécdota, ya que el interés se centra en el paisaje. El otro, llamado “El mediodía”, por los efectos luminosos que evocan la intensa luz de ese momento del día, muestra a través de una arquitectura la imagen de un paisaje arbolado plenamente iluminado, mientras que en el plano en el que aparecen los personajes, los árboles aparecen oscuros, ya que apenas si dejan pasar la luz. Igual que en el otro, los personajes no dejan de ser más que una anécdota, ya que lo interesante lo constituyen los efectos luminosos realizados a base de pequeñas pinceladas y los efectos de la luz del sol a través de las hojas de los árboles, magistralmente conseguidos