Suisses morts de Christian Boltanski
Suisses Morts de Boltanski
Christian Boltanski es un artista francés que siempre ha estado preocupado por la relación entre la muerte y el olvido. De hecho en diversas entrevistas y en sus escritos comenta que le preocupa que alguien se muere por completo, cuando nadie es capaz de reconocerlo en una fotografía. De ahí que suela realizar obras semejantes a esta que mostramos aquí, una instalación que hizo en el año 1991.
Lo cierto es que Boltanski comenzó su trabajo artístico como pintor en 1958. Una edad muy temprana, ya que había nacido tan solo 14 años antes. Y sorprendentemente se inició como pintor sin formación alguna y realizando obras de grandes dimensiones. Sin embargo, de un modo paulatino se fue alejando d de la pintura y adentrando en todo tipo de técnicas, aunque eso sí siempre son obras muy figurativas, algo que también le ha llevado a la elaboración de formatos de vídeo y sobre todo a usar en multitud de ocasiones las fotografías como parte indispensable de sus montajes.
En realidad son siempre trabajos caracterizados por su interés narrativo, de alguna forma en todo momento nos está contando historias y relatos con sus obras, independientemente de la presentación formal que le dé a sus creaciones o las técnicas y materiales que emplee. Algo que incluso traslada a su propia vida, ya que su biografía se convierte en muchas ocasiones en algo inventado por él mismo, para integrarse dentro de su propio relato artístico.
El tema de la memoria, la pérdida y la muerte son casi una obsesión para él. Busca los rastros de personas no conocidas para convertirlos en ese objeto artístico y hablar del olvido y también del azar de porque unas cosas ocurren y otras no, o porque se olvidan unas más fácilmente que otras. Durante años ha jugado con estos temas centrándose en personajes desconocidos, o en la muerte de sus padres o sus amigos. Pero conforme ha cumplido años y envejeciendo, cada vez se centra más en sí mismo, le preocupa su propio fin, y por eso ha realizado las últimas instalaciones y exposiciones protagonizadas por esa idea de fugacidad y de qué todo se acaba.
En definitiva, estamos ante una artista actual con un obra muy peculiar y reflexiva, por momentos lúgubre, aunque no carente de ironía. Y sobre todo inclasificable desde un punto de vista estilístico, ya que bebe de muchas fuentes de las vanguardias artísticas de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI. Hay huellas de todo tipo, desde el Arte Pop al Povera, pasando por el Nuevo Realismo o el Arte Conceptual, pero al mismo tiempo a Boltanski es imposible adscribirlo a ningún movimiento en concreto.
