Un año de Maciunas
Jurgis Maciunas y los originales planteamientos artísticos del Grupo Fluxus es uno de los artistas más transgresores y peculiares del siglo XX, una centuria que de por sí es extraordinariamente rica en movimientos y corrientes de vanguardia y postvanguardia bastante singulares.
Pues bien, Maciunas, un artista nacido en Lituania aunque estadounidense de adopción, es un creador de lo más rompedor. Y un buen ejemplo es esta obra expuesta en el MoMA de Nueva York y que se titula Un año. Un título que hace mención a que se trata de una obra realizada con cajas y envases vacíos, así como etiquetas de los productos de alimentación y domésticos que el propio artista consumió durante 12 meses entre 1973 y 1974.
Con todo ello forma una especie de mosaico, uniendo los envases de zumos con los de la leche que bebió, los productos congelados que comió, o los medicamentos, vendajes, pasta dentífrica, etc, etc. Hasta conformar un largo muro de unos 6 metros de longitud.
Al observarlo se puede apreciar que no hay excesiva variedad en lo consumido, es decir, se repiten una y otra vez los mismos envases vacíos, lo cual sirve por un lado para manifestar la monotonía en la vida más cotidiana del artista, al mismo tiempo que se le puede considerar en este sentido un exponente más de los consumidores norteamericanos, plasmando así una radiografía de esa sociedad.
En realidad, se puede pensar que es en este aspecto en lo único que Maciunas sería una persona común, porque la verdad es que poseía una personalidad arrebatadora y de lo más creativa. Por aquel entonces vivía en Manhattan, en la zona que ahora es el Soho, pero que entonces era bien diferente y tenía un aspecto mucho más industrial. De hecho, Jurgis Maciunas es uno de los grandes referentes para la reconversión de área de Nueva York es uno de sus barrios más bohemios de la Gran Manzana.
Él compró varios edificios a empresas manufactureras en quiebra y los transformó en cooperativas Fluxhouse, y evidentemente de allí trabajaron integrantes del Grupo Fluxus como Kopcke, Yoko Ono o Joseph Beuys.
Todos ellos eran activistas que pretendían unir arte y vida. Algo que inspira obras como esta de Un año, ya que queda de manifiesto que la más mundana cotidianeidad es capaz de ser motivo de inspiración artística. Lo cual además quedaba rodeado de una atmósfera humorística, que es otro de los elementos distintivos de Maciunas. Ya que con ese tono de humor se ponía en tela de juicio muchos de los criterio preconcebidos sobre el arte.