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Templo de San Sergio y San Baco

Publicado por Laura Prieto Fernández

A menudo las grandes construcciones que todos conocemos están inspiradas en otras obras más pequeñas que resultan desconocidas para el gran público así, por ejemplo, todos los amantes del arte conocen la importancia que la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla tiene para el arte bizantino, pero son pocos los que saben que Santa Sofía está inspirada en una iglesia anterior, el templo de San Sergio y San Baco, una iglesia ortodoxa que hoy funciona a modo de mezquita y que aquí analizamos.

La iglesia de san Sergio y San Baco es uno de los mejores ejemplos de arquitectura bizantina que ha llegado hasta nuestros y como ya hemos señalado, sirvió de inspiración para los arquitectos que levantaron el templo de Santa Sofía de modo que, en Estambul es conocida como La Pequeña Sofía.

El templo data del siglo VI d.C. y en sus orígenes se entremezcla tradición y leyenda; parece ser que el emperador Justino I condenó a su sobrino Justiniano a muerte por traición hacia su persona y poco antes de que éste fue ejecutado, los santos Sergio y Baco se aparecieron en un sueño del emperador para asegurarle la lealtad de Justiniano quien, a modo de agradecimiento, levantó el templo cuando llegó al trono imperial.

Parece ser que el templo fue levantado entre el Palacio de Hormisdas y la iglesia de San Pedro y San Pablo, convirtiéndose pronto en uno de los centros religiosos más importantes de la ciudad. Con la iglesia aledaña compartía el nártex, pero también el atrio y la propilia o entrada. En el exterior el templo presenta muros de ladrillo reforzados con hileras de piedra y en planta el edificio presenta una planta octogonal que se inscribe dentro de un cuadrado.

En cuanto al interior del templo destaca una bellísima columnata de dos pisos de altura y pese a que en la actualidad no se conserva nada de la decoración interior, los cronistas de la época han dejado escritos en los que se detalla una riquísima decoración con mosaicos dorados y paredes de mármol. Hoy la iglesia ha sufrido algunas modificaciones para adaptarla al culto musulmán, sin embargo, se cree que la decoración interna del edificio desapareció con la fiebre iconoclasta del siglo VIII.