Casa Pilatos, Sevilla
La conocida popularmente como Casa de Pilatos y cuyo verdadero nombre es El Palacio de los Adelantados Mayores en Andalucía es una de las construcciones más típicas en la capital hispalense y uno de los ejemplos más destacados de palacete andaluz que ha llegado hasta nuestros días. La obra es un gran ejemplo de la síntesis vivida a lo largo de los siglos XIV y XV cuando las tradicionales formas goticistas dieron paso a un concepto mucho más moderno, El Renacimiento. De este modo y al contrario de lo que pudiese parecer, los periodos y etapas artísticas se solapan en el tiempo durante años haciendo que en las construcciones o creaciones artísticas encontremos distintas formas de una u otra corriente como ocurre en la obra que aquí analizamos.
La construcción del palacio comenzó en los últimos años del siglo XV, concretamente en el año 1483, cuando el IV Adelantado Mayor de Andalucía – Pedro Enríquez de Quiñones- y su segunda esposa Catalina de Ribera quisieron sellar su amor con la construcción de una nueva vivienda. No obstante el Adelantado nunca llegó a ver terminada la obra ya que falleció antes de que ésta acabase y tuvo que ser concluida por su hijo y su nieto. Fue precisamente su hijo Fadrique Enríquez quien patrocinó algunas de las ampliaciones del palacio y quien insistió en que éstas se llevasen a cabo en un estilo renacentista que el mismo había podido observar en su viaje a través de Italia de camino a Jerusalén; también fue él quien otorgó al palacio el sobrenombre de la Casa de Pilatos en conmemoración a su peregrinación.
El acceso al palacio tiene lugar por un pórtico de corte renacentista que parece ser es obra del artista Antonio María Aprile y que fue realizado en mármol; se trata de un arco de medio punto con grandes pilastras corintias de orden gigante que se rematan en una crestería goticista la cual parece que fue mandada trasportar por los comitentes originales del proyecto desde otro de sus palacios ubicado en Bornos, provincia de Cádiz. El pórtico da acceso a un patio típico andaluz donde la estela mozárabe aún se hace presente con la tradicional fuente que preside el espacio. En las logias o galerías del patio encontramos múltiples bustos que representan a emperadores romanos así como dos figuras que se sitúan en las esquinas del patio y representan a Palas Atenea.
A la planta noble se accede por una monumental escalera de un solo tiro que ha sido decorada con una espléndida techumbre de gusto islámico y revestida de azulejo como es típico en la zona. En este piso encontramos importantes frescos realizados por artista como Francisco Pacho y lienzos de la talla de Sebastiano del Piombo véase la Piedad de Úbeda que a día de hoy se encuentra expuesta en el Museo del Prado de Madrid.
Todo ello así como su excelente conservación hizo que el conjunto fuese declarado como Monumento Nacional en el año 1931.