Abadía de Glastonbury
Hoy en día la Abadía de Glastonbury, situada en el condado de Somerset de Inglaterra, es una enorme y atractiva ruina. Lo cual no deja de ser casi lógico teniendo en cuenta su antigüedad. Y es que se habla de que se pudo originar como espacio religioso allá por el año 63, lo cual la convertiría en una de las iglesias con un pasado más lejano no solo de Gran Bretaña, sino que sería una de las más antiguas del mundo.
Esa antigüedad tiene mucho de leyenda, ya que se vincula con la figura de José de Arimatea trayendo el Santo Grial a tierras inglesas. Y no acaba aquí el mito legendario de la Abadía de Glastonbury, ya que se piensa que también pudo ser el lugar donde se enterró al famoso Rey Arturo y a su esposa Ginebra. De hecho, cuando el templo se reconstruyó tras un incendio en el siglo XII, la aparición de dos cuerpos supuso reactivar ese mito al querer identificarlos con aquel rey sobre el que tantas incógnitas sigue habiendo.
La arqueología dice que el verdadero origen de la abadía se remonta al siglo VII, cuando la construyeron los betanos. Pero aquella primera edificación fue creciendo, y en el siglo X fue objeto de una gran ampliación y reforma. Y es que para entonces la Abadía de Glastonbury ya era uno de los monasterios más poderosos de Inglaterra. Sin embargo aquel desarrollo se cortó con un destructivo incendio que hubo en 1184. Pero aún así se reconstruyó y permaneció activo durante muchos años. No obstante, su final llegó en 1536, cuando el rey Enrique VIII ordenó la Disolución de los Monasterios en su enfrentamiento con la Iglesia Católica.
Fue entonces cuando comenzó a convertirse en la ruina que es hoy. Ya solo quedan en pie algunos de sus muros del templo. Se distinguen columnas y arcos típicamente góticos, y la verdad es que pese a su estado, se puede intuir perfectamente las dimensiones y solemnidad del edificio. Tanto de la iglesia de la abadía como el claustro que servía para la congregación de monjes.
Se ve claramente el crucero de la iglesia, así como diversas capillas, como la de la Virgen o la de Edgardo. Al mismo tiempo que el edificio mejor conservado del conjunto son las cocinas que datan del siglo XIV.
Por esos vestigios se ve que no se escatimaron en ornamentos para su arquitectura gótica y que se trataba de una institución muy rica e influyente. Basta un ejemplo, fue un abad de Glastonbury quien diseñó el ritual de la Corona Británica, un protocolo que se ha usado hasta la última Coronación que ha existido, la de la actual reina Isabel II.