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Lady Chapel en la Abadía de Westminster

Publicado por A. Cerra

Lady Chapel

La Lady Chapel dentro de la Abadía de Westminster en Londres es una de las más fantásticas obras del conocido como Perpendicular Style, que se desarrolló en Inglaterra dentro de su particular corriente del arte gótico. Una obra que hemos de datar ya en el siglo XVI, ya que se levantó entre el año 1503 y 1519.

Este Perpendicular Style es la última fase de la arquitectura gótica en Inglaterra, si bien se había comenzado en fechas más tempranas. Prácticamente durante el reinado de Eduardo III en las primeras décadas del siglo XIV cuando se levantaron edificaciones como la Catedral de Gloucester.

Es un estilo que lo podemos calificar de elegante y refinado. Un tipo de construcción que quiere ser la imagen de aquellos que lo promueven, bien sean las altas jerarquías religiosas o la propia monarquía.

Y respecto a su denominación de Perpendicular Style, no tiene tanto que ver con el espíritu vertical de los edificios, algo que si caracteriza construcciones góticas en Francia o Alemania, como la Catedral de Amiens o la de Ulm. Aquí en cambio la denominación de perpendicular tiene más que ver con la estructuración que guía sus paredes tanto interior como exteriormente.

Son paredes que se organizan por pisos a partir de finas tracerías de espíritu muy vertical y siempre formando elementos muy estilizados. Allí surgen estrechos arcos apuntados para las vidrieras delimitadas por finísimas columnillas. Aunque también aparecen otros elementos como rosetones o racimos.

Eso en cuanto a los muros, casi horadados por completo, pero el mayor campo de experimentación son las bóvedas que se convierten en una continuación del esplendor de esas tracerías. Basta observar la de Lady Chapel para comprobarlo.

La fantasía inunda cualquier centímetro de esta cubierta. Parece una maraña de nervaduras que parten de los pilares y columnas para componer formas estrellas, palmeras, elementos colgantes o composiciones en abanico. Es de una imaginación desbordante y también de un evidente virtuosismo por parte de sus creadores. La geometría guía todo, pero a partir de ahí la originalidad lo inunda todo.

Es un estilo alegre y de tono estimulante, también artificioso, y de alguna manera se adecuó a la perfección a los intereses de los mayores constructores de la época, bien fuera en edificios religiosos o civiles, por esa razón en Gran Bretaña, y especialmente en Inglaterra abundan los ejemplos de estos edificios medievales. Pero sin duda, poco alcanzan la elegancia y esplendor de esta muestra tardía que es la Lady Chapel en la londinense Abadía de Westminster.