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Acueductos de Cantalloc

Publicado por A. Cerra

Uno de los pozos de Cantalloc

Todo lo que rodea a la cultura Nazca de tiempos precolombinos es algo extraordinario. Seguramente lo más enigmático y famoso sean sus impresionantes geoglifos, para los que nadie ha conseguido hallar una interpretación plenamente convincente.

Pero además de esas singulares manifestaciones artísticas, la cultura Nazca de Perú nos ha legado otras maravillas sorprendentes. Por ejemplo los conocidos como Acueductos de Cantalloc que aquí os presentamos. Una obra hidráulica compuesta por más de 40 acueductos en las inmediaciones de la propia ciudad de Nazca. Una urbe en un territorio árido, pero que gracias a este sistema disfrutaba de agua durante todo el año, tanto para su población como para sus cultivos.

En realidad, lo menos vistoso son los propios acueductos que circulan a un nivel subterráneo, canalizados por piedras y troncos de madera. Lo realmente llamativo son los pozos de ventilación o “puquios” que los unen con la superficie. Unos pozos en forma de espiral que permiten bajar hasta el curso de agua. Estos pozos se encuentran a distancias varias, de 50 a 120 metros.

Y con ellos cumplían varias funciones. Se podía acceder al agua obviamente. Pero además se oxigenaba la misma, además de que se facilitaban los trabajos de mantenimiento de unos acueductos que se nutren de manantiales subterráneos. Por eso el acceso a estos pozos es sencillo y consistente, ya que las paredes de estas grandes chimeneas helicoidales abiertas en el terreno están revestidas por muros de piedra, de manera que se garantiza su estabilidad. Tanto que han resistido terremotos a lo largo de los siglos, y eso que no tienen ningún tipo de cemento que las una.

Vista aérea de los Acueductos Cantalloc

El mismo tipo de revestimiento a base de cantos rodados hay en los tramos de canal que están al aire libre. Mientras que en los subterráneos, se usa la laja y la madera de huarango para crear galerías. Unas galerías perfectas, sobre todo en lo referente a las pendientes, ya que el agua se traslada solo por la fuerza de gravedad. Es decir, que esta obra de Cantalloc manifiesta que la cultura Nazca debía contar con unos conocimientos bastante avanzados.

Un sistema de lo más curioso, y que se crearía aproximadamente en el siglo V, lo que lo convierte en una infraestructura hidráulica tan práctica como hermosa al mismo tiempo. En definitiva, que Cantalloc es un magnífico lugar para seguir admirando la misteriosa cultura Nazca de Perú, ya que también es un paraje donde se observan algunos de sus espectaculares geoglifos.