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Fontana de Trevi, Nicola Salvi

Publicado por Laura Prieto Fernández

La Fontana de Trevi es una de las fuentes más famosas y fotografiadas del mundo pero sin embargo su historia o autor son poco conocidos. La tradición de las fuentes en Italia se remonta hasta sus orígenes romanos cuando éstos diseñaron las fuentes al final de los acueductos.

Trevi_Fountain,_Rome,_Italy_2_-_May_2007

La Fontana de Trevi marcaba el punto final del acueducto Aqua Virgo que suministraba agua durante el Imperio romano. Así durante el Renacimiento se retomó la costumbre de construir fuentes al final de las vías acuíferas y en 1453 el papa Nicolás V mandó construir una pequeña fuente al arquitecto León Baptista Alberti.

Casi dos siglos después en 1629 el papa Urbano VIII pensó que la fuente resultaba demasiado nimia y no se ajustaba a los parámetros estéticos del estilo barroco imperante por lo que decidió encargar su remodelación. Algunos de los arquitectos y escultores más famosos presentaron sus proyectos para la restauración, por ejemplo Bernini planteó la posibilidad de trasladar la fuente al otro extremo de la plaza frente al Palacio del Quirinal. Finalmente el modelo de Bernini no resultó elegido.

El proyecto vencedor fue el de Nicola Salvi (1697-1751) antiguo discípulo de Canevari. El proyecto de Salvi contemplaba la realización de una enorme fuente de mármol, es muy posible que el arquitecto tuviera en cuenta los proyectos de Bernini para cerrar la plaza de San Pedro del Vaticano a la hora de diseñar la fuente ya que ésta se ubicaba en un espacio igualmente ovalado.

La imponente fuente mezcla la fuerza de la piedra con el movimiento del agua, éste se presenta como elemento característico y principal de barroco, en ella los reflejos cambiantes, el sonido, el movimiento… es toda una alegoría de los sentidos. Por su parte la piedra se trabaja de dos maneras diferentes: tanto totalmente acabada y pulida como sin devastar.

La fuente se levanta como una nueva fachada del palacio que le cubre la espalda y está organizada en dos pisos a través de pilastras corintias de orden gigante.

Las esculturas de la fuente fueron realizadas en mármol de Carrara de la mejor calidad; el programa iconográfico se concentra en ensalzar la figura del promotor y en distintas alegorías de elementos acuáticos, por ejemplo la zona horizontal que penetra en la plaza trata el tema del dominio de las aguas: especial mención merece la figura de Neptuno realizada por el escultor Pietro Bacci y que ocupa el espacio del nicho central, éste se sustenta por columnas corintias y cúpula casetonada. Bajo la escultura de Neptuno tritones y caballos desbocados empujan su carro avanzando hacia el espectador.

Flanqueando al Neptuno en nichos rectangulares aparecen las alegorías de la abundancia y la salubridad obras del escultor Filippo della Valle y sobre éstas pequeños bajorrelieves explican el origen de los acueductos romanos. El conjunto se remata en la parte superior por un imponente escudo papal que se une al cuerpo de la fuente por medio de figuras aladas.

Los trabajos de construcción se dilataron durante más de treinta años debido a distintos proyectos, problemas financieros y derrumbes repentinos por lo que Salvi no pudo ver terminada su obra.