La Anunciación, Nicola Pisano
El arquitecto y escultor Nicola Pisano (1215- 1284) es una de las figuras más importantes que marcarán el inicio del arte renacentista. En las obras de Pisano, junto con las de otros artistas como Arnolfo di Cambio, se intuyen las primeras manifestaciones de la estética renacentista en un siglo donde aún el gótico estaba muy presente. Así la obra de Nicola Pisano se inspira en la Antigüedad otorgando a sus esculturas un aspecto de lo más realista y alejándose paulatinamente de los academicismos goticistas.
La obra que aquí nos ocupa es uno de los relieves que se encuentran en el púlpito de la Catedral de Pisa realizado por este escultor en 1260. Pisano diseña un púlpito desde donde dirigir la homilía cristiana de manera innovadora al plantearlo exento del resto de la Catedral; hasta ahora los púlpitos siempre habían aparecido adosados a las columnas o pilares de la catedral. El escultor plantea un espacio hexagonal que se levanta sobre arcos trilobulados sustentados por columnas. El conjunto presenta gran belleza y un fuerte simbolismo. El hexágono aparece cubierto con cinto relieves dejando una de las caras libres para el acceso a su interior. Las escenas representadas en cada uno de ellos son: La Anunciación, La Adoración de los Magos, La presentación en el templo, La Crucifixión y el Juicio Final.
Al fijarnos detalladamente en el panel de La Anunciación vemos que el escultor ha recogido varias escenas en un solo panel provocando en el espectador un esfuerzo para su comprensión. Arriba en la parte izquierda aparece la escena de la Anunciación, un ángel comunica a María – que va ataviada como una matrona romana- la buena nueva, tras ellos elementos arquitectónicos de corte goticista.
Mientras en el lado derecho se desarrolla la escena de la Natividad: el niño aparece en su cuna envuelto en una mortaja que hace referencia a la Pasión. A su alrededor, unos pastores contemplan al pequeño mientras un ángel guarda la cabecera de la cuna. María una vez más aparece representada como una matrona romana pero esta vez su porte es mucho más monumental ocupando la mayor parte de la composición, está descansando en una especie de diván que remite a los antiguos sarcófagos etruscos; de hecho la representación de María está inspirada en la figura de Fedra, un personaje de la mitología griega, que aparece en un sarcófago cercano. En la esquina inferior izquierda un tímido San José observa toda la escena mientras a sus pies se desarrolla una de las escenas narradas en los Evangelios Apócrifos: el baño del Niño.
La obra de Pisano es espléndida en composición y realismo, las figuras mantienen un porte digno a la vez que naturalista; los personajes establecen relación y diálogo entre sí. No obstante aún podemos ver ciertos elementos que remiten a la tradición como un modelado demasiado pesado que se esconde tras los pliegues de sus ropajes.
Este tipo de Natividad tiene su origen en el arte bizantino y destaca por su realismo. A partir del Quattrocento el realismo de la Natividad bizantina será sustituida por las composiciones centradas en la adoración al Niño.